Es uno entre un millón. Encontrar a un futbolista que sepa combinar tareas defensivas con una pulcra salida de balón es un auténtica tesoro. Maxime Gonalons es, para el Granada CF de Diego Martínez, una bendición genuina.

El centrocampista francés del cuadro nazarí, también ex del Sevilla FC, comenzó el partido situado por delante de Germán y Domingos Duarte. Siempre que los nazaríes quisieron salir con el balón jugado desde el suelo, Gonalons retrasaba su posición entre centrales y desplazaba a zonas más adelantadas tanto a  Foulquier como a Carlos Neva.

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Maxime Gonalons fue el primero en recuperar y el primero en dar salida al esférico cuando el cuadro rojiblanco jugaba en posesión, siempre con la elegancia que lo caracteriza tanto en pases en corto como en desplazamientos en largo, ya sea con izquierda como con la derecha.

El veterano mediocentro francés tan solo vio mermado su rendimiento cuando, a la media hora de encuentro, fue amonestado con cartulina amarilla después de una dudosa falta sobre el más adelante expulsado Joan Jordán.

Una de sus virtudes, la cual expuso de manera continua en el duelo andaluz ante el Sevilla, fue la de recuperador. El pivote defensivo presionó en la medular y apareció en zonas muy altas del ataque para conseguir recuperar tras pérdida, situación que se dio con presumible periodicidad.

A balón parado

El ‘4’ del Granada, además, aportó presencia ofensiva en jugadas a balón parado. En el primer tercio del partido estuvo cerca de conseguir una asistencia con la cabeza tras un centro de Puertas que acabó rematando Germán Sánchez.

La tarjeta amarilla que vio en el primer tiempo le acabó pesando y finalmente fue sustituido tras casi una hora de juego –59 minutos– por Yangel Herrera, que acabó anotando el definitivo 1-0.