Granada CF

El valor de la identidad del Granada CF

  • Entre las múltiples virtudes del cuadro rojiblanco sobresale una por encima del resto: la personalidad

  • Diego Martínez ha conseguido que no importen los nombres y sí el grupo

Yangel Herrera disputa un balón con Griezmann.

Yangel Herrera disputa un balón con Griezmann. / EFE (Barcelona)

Es más que complicado destacar uno de los innumerables logros que el Granada CF ha conseguido bajo la tutela de Diego Martínez. El técnico vigués consiguió ascender a Primera División en la temporada en la que se estrenó al mando de la institución rojiblanca y alcanzó las semifinales de la Copa del Rey y puestos de UEFA Europa League en su segunda campaña. En el presente curso, el tercero del preparador, cosechó unos históricos cuartos de final en la competición continental y aún se mantiene vivo en la lucha por entrar en la novedosa Conference League.

Logros

Además de lo deportivo, este plantel tiene a sus espaldas dos éxitos de incalculable valor: ha creado afición, haciendo granadinistas a jóvenes habituados a animar a los dos grandes del fútbol nacional, y ha dotado al equipo de una personalidad fácilmente reconocible en cada partido, juegue quien juegue.

Quizás esto último sea el gran legado de Diego Martínez. Hay pocos –poquísimos– conjuntos en Primera División que puedan mantener la identidad sin depender de nombres de relumbrón o individualidades concretas. El Granada CF es uno de ellos.

Pese a todo

Esto es aún más loable si tenemos en cuenta las limitaciones de una entidad como la nazarí. Cuando dispones de una plantilla amplia, un presupuesto descomunal o un filial en Segunda División la tarea es mucho más sencilla. Los nazaríes, no obstante, no disponen de ninguna de estas tres ventajas. A esto, complicado de por sí, hay que añadir dos dificultades más: que la mayoría de las rotaciones no han sido consensuadas, sino obligadas por lesión, y que la del Granada ha sido una las plantillas con más minutos en su haber de todos los clubes de las cinco grandes ligas.

Jordi Alba persigue a Soldado. Jordi Alba persigue a Soldado.

Jordi Alba persigue a Soldado. / Pepe Villoslada/GRANADA CF (Barcelona)

Por contextualizar un poco la mutación del conjunto rojiblanco, de la alineación que abrió el campeonato liguero para los granadinos a una de las más importantes de la presente campaña, ante el Nápoles, hubo cuatro cambios en el once titular. Contra el Manchester United, en Old Trafford, más de lo mismo, mientras que en cuartos de final de Copa del Rey ante el FC Barcelona fueron cinco las permutas. Todo esto sin contar las bajas de jugadores que no pudieron siquiera ocupar el banquillo.

Personalidad

Así pues, el Granada CF se ha visto forzado a desarrollar una identidad, acorde al lema del club (el conocido ‘Eterna Lucha’), de la cual ha sido desprovisto en, al menos, el último cuarto de siglo de historia del club, en el que ha vagado dando tumbos al renovar casi por completo la plantilla cada curso sin encontrar una personalidad concreta a la que aferrarse.

Diego Martínez ha hecho que el equipo rojiblanco sea compacto –juegue en bloque bajo o con las líneas más adelantadas–, dañino al contragolpe, versátil y fiable en escenarios complicados y contra adversarios de mayor calibre. Sin ir más lejos, el Granada venció hace escasos días en el Camp Nou (1-2) y dio la cara en su visita al coliseo catalán el curso pasado, donde quedó cerca de puntuar tras caer por la mínima. También estuvo cerca de la machada en la visita al Santiago Bernabéu en la 2019-2020 (4-2) a pesar del engañoso marcador final. No hay que olvidar que no hace mucho, los rojiblancos cayeron 5-0 (2016-17) o 9-1 (2014-15) en casa del Real Madrid y 4-0 (2015-16) o 6-0 (2014-15) en suelo culé.

Adaptabilidad

La valía y el mérito de los nazaríes es tal que han conseguido reponerse con éxito de bajas de calibre superior como ha sido el caso de Germán Sánchez, Carlos Neva, Montoro, Yangel Herrera, Luis Milla, Gonalons o Luis Suárez. La enfermería de la Ciudad Deportiva no ha estado vacía desde el inicio del curso.

Especialmente hirientes fueron las bajas de los jugadores de la medular. Prácticamente nunca estuvo disponible al mismo tiempo el centro del campo titular, por lo que Martínez tuvo que variar continuamente el dibujo para acoplar las carencias del equipo a los futbolistas disponibles en cada momento. El Granada CF ha empleado este año más esquemas que ningún equipo de Primera División. El 1-4-1-4-1 ha sido siempre el deseado pero se han llegado a emplear muchos más: 1-5-3-2, 1-5-2-3, 1-5-4-1, 1-4-2-3-1, 1-4-4-2… Las variaciones usadas por el entrenador vigués son interminables.

Sea como fuere, el aficionado rojiblanco puede estar tranquilo. El Granada sabe quién es y sabe a lo que juega, independientemente de quiénes formen el once titular. Y eso no tiene precio.

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