Que el Granada CF tiene dos caras esta temporada es algo que, a día de hoy, pocos dudan. El conjunto de Aitor Karanka es uno cuando juega ante su público y otro cuando lo hace a domicilio. Al menos eso dicen los números en las primeras trece jornadas de competición. Y, en cierto modo, en el juego de los rojiblancos. En Cartagena pudieron ganar, pero también perder. Finalmente se empató pero si se hubieran traído los tres puntos o ninguno, no hubiera sorprendido a nadie.

En Cartagonova se vio la peor cara en los primeros veinte minutos pero gracias a un par de parones, supo frenar el ritmo de los locales y, desde entonces, pasó a ser dominador. Y esa es la imagen que los aficionados quieren ver de su equipo. Con presión alta, verticalidad en ataque, llegadas por banda y orden defensivo. Pero, a poder ser, con mayor acierto ante el arco rival. Catorce disparos y ninguno entre los tres palos dice mucho del desacierto en tierras departamentales. De hecho en, al menos, tres ocasiones era más fácil marcar que fallar.

Sextos

Los rojiblancos son sextos a cinco puntos de las dos plazas que dan derecho al ascenso directo que ocupan Las Palmas y Alavés. Es evidente que en casa el rendimiento es bueno. Es el segundo mejor local con un punto menos que el Burgos pero también con un duelo menos. Sin embargo, lejos de Los Cármenes hay mucho margen de mejora. Tan sólo ha sumado cinco puntos en siete salidas. Aunque, si se quieren ver brotes verdes, la línea a seguir debe ser la de Ponferrada o Cartagena.

Los ultras

Sin duda, fue la peor noticia de la cita en tierras murcianas. Hacía mucho tiempo que no se escuchaba la palabra ultra en el entorno de la entidad granadina. La Policía Nacional tuvo que intervenir a la entrada al estadio de Cartagonova tras enfrentarse hinchas de ambos equipos. El choque era una fiesta hasta ese momento en el que cuatro impresentables se dedicaron a aguar la tarde. Hay gente muy aburrida, recién llegada al mundo del fútbol que se cree el más rojiblanco del mundo y lo quiere demostrar con insultos y bravuconadas y si puede ser en compañía, mejor. Pobres ilusos.

Pepe Macanás junto a Alfredo García Amado en el palco del Estadio de Cartagonova.

El resto de la afición del Granada CF demostró su saber estar pero al final queda la mala imagen de esos, mal llamados, aficionados. La pena de todo ello es que niños que iban con sus padres a ver a su equipo jugar fuera de casa tuvieran que presenciar unos actos que califican a sus protagonistas. Afortunadamente el club ha sabido reaccionar rápido y ha expulsado al colectivo y cancelado el abono a todos los miembros de la peña en cuestión.

El regreso

Pero no todos fueron malas noticias en el desplazamiento a Murcia. Para un jugador fue especial la cita. Se trata de Carlos Neva, que volvió a jugar un partido oficial tras siete meses y medio. Se lesionó ante el Alavés en la vigésimo octava jornada de liga de la pasada temporada, un 19 de marzo que no se le olvidará. Pero tras mucho esfuerzo, obtuvo el premio a su constancia jugando unos veinte minutos. La ovación que recibió de su afición lo emocionó. Porque los seguidores saben de la valía del lateral gaditano, que seguramente sigue siendo jugador rojiblanco por estar lesionado pues de haber estado disponible, quizá hubiera salido en el mercado veraniego simplemente por su excelente rendimiento en Primera. Karanka le irá dando minutos poco a poco y falta hace que vuelva a su mejor versión por los problemas que está teniendo el equipo en el flanco izquierdo.