Tres semanas después del ascenso a Primera División, las noticias oficiales en el apartado deportivo en el Granada CF brillan por su ausencia. Y eso que queda mucho trabajo por hacer para aligerar la nómina de jugadores que permita generar fichas libres en la plantilla para las nuevas incorporaciones.

Sin embargo, sin haber anunciado ni un fichaje ni una renovación por haber logrado subir a LaLiga Santander, la entidad rojiblanca ya lleva gastado un buen dinero por las obligaciones contractuales a las que se ha visto sometido en la pasada temporada.

Para empezar, el ascenso ante el Leganés supuso un desembolso al Mirandés de 500.000 euros por una cláusula prevista en su traspaso de Víctor Meseguer para alegría de la entidad burgalesa y también de la granadina por haber logrado el objetivo de subir y que se ha tenido que cumplir. Además, también por medio millón de euros, el delantero senegalés Famara Diédhiou fue adquirido en propiedad tras llegar en el mercado invernal pese a no ofrecer el rendimiento deseado.

Obligaciones contractuales

Ese millón de euros entre el centrocampista murciano y el ariete africano, hay que sumar los tres millones previstos en el acuerdo con el Real Valladolid por Shon Weissman. Por último, el club portugués del Paços de Ferreira ingresaron 300.000 euros por André Ferreira al cumplir el Granada CF con todos los requisitos fijados en el contrato del fichaje del guardameta luso que, además, vio ampliada su relación dos campañas más, hasta 2026. En total, son 4,3 ‘kilos’ y a ello hay que sumar la ampliación de la vinculación de José Callejón y Óscar Melendo por dos años más, además de Raúl Fernández y Alberto Perea por un curso extra, junto al técnico Paco López.

El mercado será, un verano más, movido aunque a día de hoy está muy parado y en el Granada CF aún más, al menos de puertas para afuera.