Fue el único de los fichajes capaz de hacerse con la titularidad en la primera jornada de la nueva temporada de LaLiga Santander. Robert Moreno materializó la confianza que tiene puesta en él y Monchu, con el ‘14’ a la espalda, hizo su debut oficial con el Granada CF en un centro del campo en el que tuvo a Gonalons y Milla como socios.

Monchu se santigua antes de entrar al partido.

De más a menos

Seguro que la primera parte no fue como la había soñado, mas su aparición en el choque fue para hacer un doble ‘sombrero’ que sirvió para dar muestra de su incontestable calidad. Fue el primero en la presión alta y comprometió de forma constante la salida de balón por parte de Mandi, Trigueros y Capoue.

El buen arranque del futbolista balear terminó mermado por la aparición en escena de una ordenada y académica medular amarilla, que impidió que tanto Monchu como el resto de la sala de máquinas fueran capaces de conectar con la delantera. Gozó de menos protagonismo del que le hubiera gustado y se resignó frente a la superioridad de los de Unai Emery. El entrenador del Villarreal no permitió, en los más de 90 minutos de partido, que el fichaje nazarí recibiese con tiempo suficiente para pensar su siguiente movimiento.

Coartado

Cumplió funciones muy similares a las de Luis Milla, con el que permutó su posición varias veces a lo largo del duelo. Ambos interiores adelantaron varios metros su zona habitual, se situaron prácticamente a la altura de los centrales e intentaron superar líneas con conducciones que, por lo general, no tuvieron éxito.

El Villarreal, como era de esperar, no fue el mejor rival para disfrutar de las cualidades de Monchu, que brilla con más intensidad cuando es el su equipo el dueño del partido. Sufrió con las basculaciones rivales y terminó corriendo detrás del balón con demasiada asiduidad. Tendrá días mejores.