El Granada CF no deja de ‘hacer la goma’

El equipo rojiblanco lleva varias semanas intentando engancharse a los puestos altos pero sin conseguirlo ni tampoco descolgarse

Gonzalo Villar toca el balón ante un jugador del Huesca
Gonzalo Villar toca el balón ante un jugador del Huesca / Agencia LOF

Granada/El Granada CF de las últimas semanas es ese ciclista que está subiendo un puerto de montaña tratando de atrapar a los que van en el pelotón cabecero. Cuando se acerca y parece que los va a pillar, no es capaz de hacerlo; cuando parece que va a quedar descolgado, da un nuevo arreón y se vuelve a acercar. En el argot ciclista la acción se denomina ‘hacer la goma’ y, salvando las distancias, es justo lo que le está ocurriendo al equipo desde hace varias jornadas.

Igual que cuando llegó Escribá el Granada sobrepuntuó, con cinco victorias seguidas pero no todas haciendo caso a los méritos del equipo, ahora le está ocurriendo lo contrario. En las últimas jornadas el Granada está sumando menos de lo que merece, de lo que ofrece sobre el terreno de juego. No pierde, pero los empates no son botín suficiente para engancharse del todo a los puestos de arriba, a los que sigue teniendo al alcance pero sin meterse en ellos.

El Granada de Huesca fue un más que aceptable Granada. En la primera parte dominó, tuvo ocasiones para marcar y no permitió que el rival tuviera ni una ocasión de gol. En el segundo tiempo, tras la niñería de Ricard, fue capaz de defenderse con orden e inteligencia, sin permitir crear al rival. Luego hizo lo más difícil, que es empatar en inferioridad un partido que se le había puesto en contra.

De todos es sabido que en el vestuario de un equipo de fútbol no abundan los tipos que destacan intelectualmente. La virtud de jugar al fútbol no siempre va a acompañado de un desarrollo cognitivo adecuado. Ser muy bueno con la pelota no equipo a ser un lumbrera. De hecho, en un buen número de casos es lo contrario. Lo que no es necesario es demostrarlo, como hizo Ricard dando una patada sin balón a Soko para dejar a los suyos a los pies de los caballos.

Está muy bien el rápido perdón del jugador. Y es perdonado porque todo el mundo tiene derecho a equivocarse y a serlo, pero hay ser más listo, más espabilado, menos cazurro, menos descerebrado. Te estás jugando muchísimo, representas a un club, una afición y una ciudad, y no puedes perder los papeles de esa manera tan infantil y tan absurda. Pudo costar una derrota y cuesta afrontar el próximo partido con sólo un lateral disponible.

Primer equipo aparte, la vida sigue igual en el club. El filial jugará en Tercera la próxima campaña y se está quemando de forma tonta a innecesaria a otro entrenador brillante, un Raúl Barroso al que se saca del juvenil para echarlo a la hoguera, mientras que el femenino brilla y sorprende para bien a partes iguales.

Sigue igual porque las obras de la Ciudad Deportiva continúan sin fecha de finalización, no hay acuerdo con el Ayuntamiento para acuerdo de cesión del estadio a largo plazo y los necios dirigentes rojiblancos siguen con la cabeza entre las piernas, inventándose presentaciones sin ellos para no tener que dar la cara ni ante la presenta ni ante los aficionados, que son realmente a los que se dirigen cuando dan la cara de forma pública. 

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