El jugador del Granada CF Pablo Sáenz enfurece a la afición rojiblanca

Las redes sociales suelen ser el reflejo de alegrías, frustraciones y diferentes momentos de los que las usan. A veces son una vía para mostrar un malestar, pero si eres un deportista profesional con miles de seguidores, la situación se puede ir de las manos del protagonista de turno. El pasado mes el jugador del Covirán Granada Travis Munnings publicó, tras el partido de los rojinegros en Lleida, que echaba de menos jugar al baloncesto, acompañado con un emoticono de pena, en alusión a los pocos minutos que llevaba disputados.

Esta vez ha sido en la acera de enfrente, en el Granada CF, donde la polémica ha saltado a la palestra con un futbolista rojiblanco que ha borrado, prácticamente, todas las imágenes que tenía con la camiseta del cuadro granadino en su cuenta de Instagram. Se trata de Pablo Sáenz, que la pasada campaña fue cedido al Albacete Balompié en la segunda vuelta en la que estuvo a buen nivel, pero que no regresó a tierras manchegas y se quedó en la plantilla de Pacheta.

El navarro arrancó con minutos siendo titular en cuatro de las primeras jornadas de competición, pero la llegada de Álex Sola en su posición, al margen del gran rendimiento del donostiarra, y el buen nivel mostrado por Faye hizo que, poco a poco, fuera perdiendo protagonismo. Tanto, que desde la sexta jornada no sale de inicio y en la última cita en Santander ante el Racing, no pisó el césped pese a que el técnico burgalés no utilizó todos los cambios que tiene disponibles. Era la segunda vez que iba convocado y no gozó de minutos.

Lo curioso del asunto es que Sáenz, que lleva tres años en la entidad granadinista, sí mantiene fotos del que fue su equipo la pasada temporada, el Albacete, donde siempre ha reconocido que fue feliz. Eso ha molestado a los aficionados del Granada CF, que no han mostrado en redes precisamente un gran cariño al extremo zurdo y al que desean que se marche en el mercado invernal de fichajes para contar con más margen de maniobra en el límite salarial que permita reforzar el equipo en posiciones más necesarias.