El Granada CF supera el trámite ante el Racing de Ferrol

Granada/El Granada CF, en un estadio semivacío, volvió a la senda del triunfo al derrotar con claridad (3-0) al flojo Racing de Ferrol, que tiene muy complicada la permanencia en Segunda División. Dos tantos de Manu Lama y Rubén Sánchez en el primer tiempo, sumado al tercero de Tsitaishvili en la reanudación, dejaron finiquitado una cita que había que sacar adelante para seguir soñando con tener opciones de pelear por el ascenso.

Fran Escribá, fiel a su costumbre y tras la goleada encajada en Córdoba, introdujo hasta cuatro cambios con respecto al equipo inicial que, en palabras del técnico valenciano, le hizo pasar “vergüenza” en El Arcángel. Al margen del regreso a la portería de Mariño por la lesión de Luca Zidane, situó en el centro de la zaga a Miguel Rubio por Insua junto a Manu Lama, que se cayó de la convocatoria, acompañados por Rubén Sánchez y Carlos Neva, ya recuperado de su esguince en la rodilla, en los laterales. En la medular, optó por la dupla formada por Hongla y Sergio Ruiz, con Tsitaishvili y Rebbach en bandas, siendo Reinier el acompañante de Lucas Boyé en punta de lanza.

Los rojiblancos afrontaron la cita siendo conscientes que, de ganar, el play off estaría a cuatro puntos tras la derrota del Real Oviedo, que será el próximo rival que visite Los Cármenes, en Miranda de Ebro. Pero lo hicieron en un pobre ambiente. El frío, la lluvia, la hora y, sobre todo, los recientes malos resultados hicieron que las gradas estuvieran muy desangeladas como era previsible. De hecho, Escribá fue pitado cuando se anunció su nombre por megafonía y, antes de iniciarse el duelo, se cantó el clásico “directiva dimisión” aprovechando que la presidenta del club, Sophia Yang, tuvo a bien acudir al estadio junto a poco más de 6.000 aficionados, una entrada que no se veía desde la época de Segunda División B.

El choque comenzó con poco ritmo por parte de ambos contendientes, con el césped muy rápido, por lo que ni quisieron arriesgar lo más mínimo sobre todo a la hora de salir jugando desde atrás. Los gallegos, debido a su complicada situación en la tabla, no salieron para nada a especular. Enfrente, tenían a un equipo con el estado anímico por los suelos, por lo que adelantarse en el marcador podía poner a los rojiblancos aún más nerviosos. Y es que costó mucho hilvanar juego, encontrar a Reinier en la mediapunta y generar ocasiones en el primer cuarto de hora.

El primer disparo a puerta llegó por medio de Tsitaishvili, que recibió un centro de Neva y remató raso, pero Yoel detuvo sin problemas. Era el minuto 15 y parecía que el Granada CF no se estaba jugando tanto como así era. Como era previsible, ante el inicio tan timorato de los suyos, desde la grada se comenzaron a escuchar los primeros pitos. No era para menos. Los tímidos acercamientos de los locales se saldaron con errores impropios de un equipo que aspira a ascender, desesperando por ende a sus seguidores.

La segunda ocasión, a la media hora, llegó con un duro disparo de Boyé que rechazó a córner Yoel, quien evitó en el 31’ el 1-0 a remate de Miguel Rubio, sacando una mano providencial enviando el cuero a saque de esquina. Tras la ejecución del mismo, Tsitaishvili puso el balón en el corazón del área y Manu Lama, llegando desde atrás solo, por fin adelantó a los de Escribá. Y la fiesta no paró ahí pues Rubén Sánchez, en una arrancada típica suya, tiró de potencia para meterse en el área y hacer el 2-0 con un disparo cruzado. Un gran gol que calmó los ánimos de los hinchas.

Los tantos cambiaron la dinámica del choque. El Racing de Ferrol bajó los brazos y los granadinistas buscaron el tercero para que no le sucediera lo de hace dos semanas ante el Real Zaragoza. Tuvieron alguna que otra llegada, y eso que costó mucho encontrar a Reinier en línea de tres cuartos, intrascendente en todo el primer acto, pero sin más consecuencias en el marcador. Al menos, los dos chispazos sirvieron para calmar los ánimos e irse a los vestuarios sin la necesidad de abrir el marcador. Empero, el fútbol realizado era muy mejorable.

La segunda mitad arrancó con una primera ocasión, muy clara, de Lucas Boyé a los cuatro minutos que se aprovechó de un error de Naldo para meterse en el área, pero no definió ante el arquero del cuadro ferrolano, que evitó el tercer gol con una buena intervención. La respuesta llegó por medio de Raúl Blanco tras una pérdida de Rebbach, pero Mariño detuvo sin problemas. El duelo entró en una fase en la que un gol de los visitantes podría generar muchas dudas. Pero es que tampoco los rojiblancos apretaron lo necesario para dejar finiquitada la cita. De hecho, los de Alejandro Menéndez pudieron hacer el 2-1 por medio de un remate de cabeza de Dorrio pero, su remate, se marchó por encima del larguero.

La pegada que no tuvo el Racing de Ferrol sí la tuvo el Granada CF, que en una contra llevada por Lucas Boyé, permitió a Tsitaishvili dejar sentenciado el partido tras rematar con la derecha tras encarar a su par. Ahí se terminó el encuentro. Los locales movieron el banquillo dando entrada el cuerpo técnico a Rodelas y Gonzalo Villar por Rebbach y Martin Hongla, que se estaba jugando la expulsión. Posteriormente, entró Manu Trigueros por Reinier, que fue pitado fruto de su nula aportación.

Dorrio pudo recortar distancias en el último cuarto de hora pero se encontró con los reflejos de Mariño, que se vio obligado a intervenir de nuevo a cinco minutos del final tras un resbalón de Rubio que permitió a Jauregi plantarse solo ante el gallego, pero el guardameta le tapó todos los espacios en su salida. El carrusel de cambios terminó con el poco ritmo del envite, que concluyó como empezó, con más pena que gloria y pitada a Ricard al salir al terreno de juego. Al menos, se sumó tres puntos que convierten la cita del próximo fin de semana en Cádiz en fundamental para confirmar las opciones de seguir buscando el play off.