Granada CF-Real Madrid | Crónica

Dos mundos diferentes en Los Cármenes

  • El conjunto de Robert Moreno cae goleado en Los Cármenes en un duelo en el que la mayor calidad y pegada del Real Madrid marca el choque

  • Los rojiblancos plantan cara lo que pueden en la primera mitad

Monchu, que fue expulsado, pugna con el balón con Casemiro.

Monchu, que fue expulsado, pugna con el balón con Casemiro. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

El Granada CF no pudo sumar ante el Real Madrid, que se impuso por 1-4 en Los Cármenes en un duelo en el que la diferencia de calidad entre ambos equipos fue abismal. Los rojiblancos lograron llegar vivos al descanso, pese a encajar dos tantos antes de la media hora de partido, gracias al tanto de Luis Suárez, pero en la segunda mitad el gol de Vinicius y la expulsión de Monchu terminó por sentenciar el choque. No obstante, la afición que llenó las gradas de la instalación del Zaidín en un 90,4% despidió a los suyos con aplausos.

Como era previsible, el dominio del balón fue del Real Madrid. Los de Carlo Ancelotti movieron a su rival como quisieron en la primera mitad. Ante eso, la única solución era la intensidad para evitar que jugaran cómodos. Y en parte los rojiblancos lo lograron liderados por Quini. En el primer cuarto de hora los de Robert Moreno estuvieron muy metidos en el partido, tratando de sorprender a los madridistas a la contra, con Luis Suárez como estilete, pero defendiendo en bloque con todos en campo propio.

Jarro de agua fría

Sin embargo, la calidad del Real Madrid fue suficiente para encontrar los espacios que el Granada CF dejaba en su zona defensiva a base de tocar y acciones individuales. Tras un par de intentos por parte de Marco Asensio y Vinicius, el choque comenzó a decantarse a los 19 minutos. Fue tras una pérdida de balón de Antonio Puertas en el centro del campo que permitió a Toni Kroos recuperar el esférico y buscar al espacio a Asensio, que aprovechó que Neva estaba unos metros adelantado y ante la salida de Maximiano cruzar con la derecha. El tanto le sentó como un jarro de agua fría a los nazaríes pues llegó cuando mejor estaban sobre el verde. Es cierto que no llegaban con excesiva asiduidad al área visitante, pero tampoco estaban pasado muchos apuros.

Los de Ancelotti gozaron de multitud de ocasiones ante el arco de Luís Maximiano

El 0-1 sentó tan mal que seis minutos después, y en una jugada de estrategia tras un saque de esquina, el Real Madrid amplió su renta en un error defensivo colectivo. Fue por medio de un saque de esquina en corto ensayado que permitió a Kroos asistir a Nacho que batió a Luís Maximiano, que no pudo hacer nada para evitar el segundo tanto de los madrileños.

Paso adelante

Parecía que el choque había quedado para sentencia. No cabía otra que dar un pase hacia adelante aunque eso supusiera dejar muchos espacios atrás que podían ser aprovechados por la tripleta atacante del Madrid formada por Vinicius, Asensio y Benzema. Pero aún así trataron de hacer daño y lo lograron. Antes de la media hora Víctor Díaz lo intentó con sendos disparos desde fuera del área sin fortuna.

Momento en el que Luis Suárez dispara para anotar el tanto del los rojiblancos. Momento en el que Luis Suárez dispara para anotar el tanto del los rojiblancos.

Momento en el que Luis Suárez dispara para anotar el tanto del los rojiblancos. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

El riesgo asumido era mucho y en el 31’ pudo llegar el tercero si no llega a ser porque Soro, tras un gran balance defensivo, salvó bajo palos una contra llevada por ‘Vini’ y Benzema que terminó con un remate de Asensio. Y del posible 0-3 se pasó al 1-2. Quini, que cuajó un buen encuentro, presionó a Vinicius, Gonalons recuperó el cuero y cedió a Luis Suárez para que el colombiano, desde la media luna, disparara con la zurda. El esférico rebotó en Casemiro y despistó a Courtois, que no pudo hacer nada para evitar que el Granada CF se metiera en el partido (34’). De ahí la descanso, un disparo de Quini al lateral de la red y un paradón de ‘Maxi’ a remate de Benzema fue lo más destacado. Pero ya se había hecho mucho teniendo en cuenta cómo se había puesto el duelo con los dos tantos madridistas.

Tercero y roja

Robert Moreno dejó en el vestuario a Antonio Puertas en el descanso y optó por reforzar la medular con Montoro, partiendo Rochina desde la derecha. Pero el Madrid siguió siendo un martillo pilón en fase ofensiva. Cada llegada al área terminaba habitualmente en disparo. Lo intentó Carvajal y Kroos pero fue Vinicius el que, en el 56’, hizo el 1-3. En el arranque de la contra de los de Ancelotti, Víctor Díaz se lesionó muscularmente. Demasiada ventaja para unos jugadores que con espacios son letales. Benzema buscó a Modric y el croata, muy generoso, cedió al brasileño para que dejara finiquitado el choque a puerta vacía. Y más que lo estuvo nueve minutos después cuando el valenciano Martínez Munuera decidió expulsar a Monchu, que aporta poco, por una entrada a ‘Vini’ en una esquina. La acción la podía haber saldado con una amarilla pero el colegiado ya le tenía ganas al ex del Girona y aprovechó la mínima oportunidad para mandarlo a los vestuarios. Robert Moreno protestó en la banda y también vio la roja. Seguramente al contrario y en el Bernabéu eso no hubiera pasado. Pero esta es LaLiga Santander. Son las reglas del juego.

El tercer tanto madridista terminó con sentenciar el choque junto con la expulsión de Monchu en el minuto 67

Con uno menos, el técnico catalán ordenó dar descanso a piezas fundamentales como Gonalons y Rochina para otorgarle la oportunidad a Isma Ruiz y Jorge Molina, además de Torrente que saltó al terreno de juego por Víctor Díaz. Tan sólo quedaba esperar la reacción del Real Madrid y si tenía más hambre o se conformaba. Marcó un gol más, obra de Mendy al que Los Cármenes parece que se le da bien, y Rodrygo, en dos ocasiones, pudo hacer el quinto pero se encontró con Maximiano. En un arreón final, Jorge Molina e Isma Ruiz pudieron acortar distancias pero Courtois lo evitó con dos buenas paradas. Pese a la derrota y con el pitido final, la afición nazarí despidió a su equipo con una ovación. Es consciente que este año toca sufrir pero, al menos, sus jugadores lo dieron todo. Esa unión debe ser la base del futuro porque, salvo giro inesperado, habrá que pelear mucho para ganar esta campaña. Tan sólo ha ganado dos encuentros en trece jornadas.

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