El Granada CF ya ha decidido quién heredará el histórico equipo que hasta finales de mayo entrenó Diego Martínez. El casting para sustituir al mejor entrenador de la historia nazarí, con nombres de prolongada experiencia como José Luis Mendilibar, Javi Gracia o ‘Pacheta’ –que parece que acompañará a Fran Sánchez a Valladolid–, lo ha ganado Robert Moreno.

El acuerdo con el preparador de L’Hospitalet de Llobregat, de ascendencia sevillana, es prácticamente total y está a expensas del visto bueno por parte de la propiedad. El club tiene previsto finiquitar la contratación a lo largo de esta semana y presentarlo de manera oficial a finales de esta o principios de la próxima.

Cambios

Su llegada a la ciudad podría estar acompañada de otra incorporación de suma importancia en la estructura deportiva de la entidad: Mikel Martija. El ex del Eibar podría ocupar el puesto que Fran Sánchez, que marcha rumbo al ‘Pucela’, ha estado ocupando durante las últimas temporadas en Granada.

Está más allá de la evidencia el hecho de que el proyecto para la campaña 2021-2022 será de todo menos continuista. Y la prueba más fehaciente estará en el banquillo nazarí: nada tiene que ver Diego Martínez con Robert Moreno, y esto no significa nada más que eso.

Trayectoria

La trayectoria profesional del técnico catalán es dilatada desde su inicio pero escasa como primer entrenador en el balompié de élite. Comenzó a dirigir a nivel nacional en 2003 en varios equipos modestos afincados en Catalunya y de ahí pasó a un fútbol más profesionalizado en el L’Hospitalet, la UE Castelldefels y el club de Fútbol Damm.

Su nombre empezó a hacerse conocido entre el gran público cuando inició su actividad como segundo de Luis Enrique. La primera aventura junto al asturiano lo llevó al histórico Olímpico de Roma, donde compartió vestuario con leyendas giallorossi como Francesco Totti o Daniele De Rossi. No obstante, el curso fue un auténtico fracaso: el cuadro italiano terminó séptimo el campeonato liguero (fuera de competición continental), no pasó de cuartos de la Coppa y cayó en las rondas previas de la UEFAEuropa League frente al eslovaco Slovan Bratislava.

Creciendo

Tras pasar un año en el Celta de Vigo, donde se superaron las expectativas, aterrizó en el FC Barcelona, donde conseguiría junto a ‘Lucho’ dos Ligas, una Champions League, tres Copas del Rey, un Mundial de Clubes y una Supercopa de España en sólo tres temporadas.

Robert Moreno inició su camino como primer entrenador después de que Luis Enrique, al mando de la Selección tras su paso por el Barça, tuviese que abandonar el cargo por problemas personales. Con España, el catalán sumó nueve partidos (ganando siete y empatando dos) en los que dejó muy buenos momentos de fútbol total. Sin embargo, su paso por la Selección quedó emborronado por las declaraciones del asturiano, que lo definió como “desleal y con una ambición desmedida” antes de añadir que no quiere “a nadie así” en su staff.

Pasó poco tiempo hasta que aterrizó en el AS Mónaco. El club del Principado confió en Moreno para su millonario proyecto cuando era séptimo en la tabla al fin de la primera vuelta y lo dejó noveno en la vigésimo octava jornada. Pese a los brotes verdes del plantel francés, ilusionado con el vistoso estilo de juego del hospitalense, fue destituido de forma súbita en una decisión poco consensuada de una directiva, por aquel entonces, muy inestable.

Estilo

En su período como preparador del conjunto monegasco, Robert Moreno declaró en varias ocasiones que su intención como técnico es que su equipo “controle el juego”, restándole trascendencia a “los sistemas” para dársela así al “estilo”, sin importar si la formación inicial es 1-4-4-2, su dibujo favorito, 1-4-3-3 , el que usó con el Mónaco, o el equilibrado 1-4-5-1.

Cesc Fàbregas, que estuvo a sus órdenes durante la campaña 2019-2020, dijo de él que destaca por su “orden y un estilo de juego” determinado al que añade “pequeños detalles muy trabajados”. Incluso agregó que, para un futbolista de una trayectoria tan prolongada, la aparición de Moreno significó “una gran motivación” para él.

En el medio digital The Coaches Voice, el que fuera seleccionador afirmó que le gusta “pensar en crear” siendo “protagonista del juego y a partir de eso poder destruir”. “Pero destruir por mi propia creación, no sólo pensando en lo que van a hacer los otros”, completó. Habrá que ver si puede aplicar esta filosofía en un plantel acostumbrado a unas mecánicas diferentes y caracterizadas por un bloque bajo y junto y un juego basado en la fortaleza física y una inefable versatilidad.

Reestructuración

Con todo esto, no deja de ser curioso cómo el Granada CF ha decidido llevar a cabo una reestructuración masiva de su organigrama –que empezó con la salida de Antonio Fernández Monterrubio para que llegase Patricia Rodríguez, hasta ahora consejera– justo en el momento más lúcido de sus noventa años de historia.

‘Si algo funciona, no lo cambies’ se suele decir. El club nazarí eligió otros cauces. Ahora toca sentarse a esperar cómo resulta tal revolución.