La 'unidad B' del ataque del Granada sigue sin funcionar

Granada/La temporada está llegando a su fin, y al Granada le quedan o dos o seis partidos para culminar un curso cuyo balance podrá hacerse pronto. La irregularidad en los banquillos y en el césped ha sido la tónica habitual de la temporada en un equipo capaz de lo mejor y lo peor en dos fines de semana consecutivos.

Algunos jugadores no han llegado al mínimo exigible de un equipo histórico como el granadino, con pretensiones de volver a Primera rápido y con mucho peso en la categoría de plata. Ni siquiera reduciendo sus roles a algunos más secundarios, algunso efectivos de la plantilla han podido aportar demasiado. Comenzando por uno de los fichajes más mediáticos del pasado verano, las cifras y el desempeño de Reinier Jesus con la elástica nazarí no hace más que seguir el hilo de sus anteriores cesiones, cuanto menos infructuosas. También afectado por las lesiones, el brasileño no ha podido adaptarse ni ser determinante ni con Guillermo Abascal ni con Fran Escribá, que casi siempre que pudo lo alineó.

Tras una ausencia de casi dos meses, desde que jugara 21 minutos en la derrota contra el Cádiz en el Nuevo Mirandilla, el carioca volvió a saltar al campo disputando los minutos finales del 1-0 en La Rosaleda. El jugador cedido por el Real Madrid, habitualmente presente en la Ciudad Deportiva junto a otros miembros del primer equipo masculino cuando juegan femenino o Recreativo, volvió a ausentarse de la visita a Riazor. Un cúmulo de idas y venidas que hace imposible considerar que su cesión ha sido fructífera.

Lo estadístico tampoco ayuda, porque sólo ha conseguido un gol (al Castellón en la primera vuelta) aunque ha podido dar cuatro asistencias. No es titular desde el 3-0 al Racing de Ferrol, y segun dijo Pacheta en su presentación el que no esté al cien por cien no jugará, por lo que no se espera un vuelco en la actitud o relevancia del brasileño en lo que queda de curso.

Tampoco está cumpliendo las expectativas el fichaje de Stoichkov. La llegada del gaditano despertó ilusión por ser un viejo conocido de la categoría, un goleador reputado y el sustituto del ídolo ausente Myrto Uzuni. Además, los 2,5 millones de euros que los rojiblancos desembolsaron como último recurso para sustituir al albanés de momento no están valiendo la pena. El de San Roque se perdió los primeros entrenamientos al mando de Pacheta, y una vez recuperado de unas molestias que el club nunca llegó a comunicar, buscará volver a encontrarse con su mejor versión en estos dos partidos y un hipotético playoff.

En su segundo partido marcó un golazo al Eldense que ilusionó más al granadinismo, pero desde entonces se ha apagado en una mezcla entre falta de puntería e irregularidad en lo físico. Este mismo domingo podría debutar bajo el mandato del técnico burgalés Pacheta, aunque no estar enchufado y haberse recuperado recientemente seguramente le mandará al banquillo como revulsivo. El que sí parece que quiere recuperar es el burgalés es a Kamil Jozwiak, que jugó sus primeros minutos en más de un mes contra el Dépor y terminó dando una gran asistencia de tacón para el gol de Trigueros

Todavía por debajo están los nombres de Shon Weissman, Siren Diao o Borja Bastón. El israelí es el que más ha participado (26 encuentros), y con Pacheta vivió sus mejores días en el Valladolid, con el que marcó 21 goles en la temporada 2021/2022. Aunque todo apunta a que son sus últimos días como nazarí, está por ver si el nuevo entrenador puede rescatar para la causa a un delantero más aunque sea como revulsivo.

Diao, recientemente convocado con las inferiores de la selección a pesar de estar inactivo en Granada, jugó un cuarto de hora contra el Eibar tras meses sin saltar al campo, una de las últimas incomprensibles decisiones de Escribá. Por otro lado, la incorporación del veterano delantero Bastón tampoco ha aportado mucho por ahora. Su segunda titularidad en Granada fue contra el Eibar, aunque se le vio a menos ritmo que sus compañeros y su participación por ahora está siendo residual. No ha podido marcar.