El Granada CF se da un festín ante el Sporting

El Granada CF cambió su cara en su vuelta a Los Cármenes y liderado por Melendo, se impuso con claridad al Sporting de Gijón (5-0), que se vio superado por la mayor calidad y pegada de los de Aitor Karanka. El choque quedó sentenciado al inicio de la segunda mitad para alegría de una afición que, esta vez sí, disfrutó con su equipo como en las tres primeras jornadas.

No pudo arrancar el choque mejor para los rojiblancos, que en su primera llagada al área de Mariño se pusieron por delante en el marcador. Pese a que el Sporting quiso comenzar dominando, un centro desde la izquierda de Myrto Uzuni fue rematado de manera inapelable por Antonio Puertas de cabeza, haciendo imposible la estirada del guardameta del cuadro asturiano.

Buen inicio

Con 1-0 y los nervios más templados, los de Aitor Karanka hicieron su partido. Buscaron la velocidad para sorprender a su rival y a los 13 minutos Quini, tras un preciso pase de Callejón, casi hace el 2-0. La puesta en escena no pudo ser mejor. Sobre todo porque los rojiblancos presionaron arriba, trabajaron a destajo y eso es lo que, como mínimo, le exige la afición a su equipo. Los envíos buscando la espalda de los laterales hicieron mucho daño a los de Abelardo, que durante el primer acto se vieron superados por los locales.

Una vez más, el técnico vasco apostó por jugar con Callejón arriba, cuya movilidad junto a la de Puertas y Uzuni, con Melendo por detrás, generó muchas dudas en la zaga visitante. Raúl Fernández apenas tenía trabajo y aunque el Granada CF no renunció al ataque, le costó superar el orden táctico de un Sporting que buscó con insistencia a Djuka en largo. Ni Otero ni Jony tuvieron la profundidad necesaria. Pero Víctor Díaz estuvo muy firme en la marca de la estrella sportinguista.

Otra vez Melendo

Y en esas, un excelente servicio de Melendo, como el que le puso en la cabeza a Callejón ante el Racing de Santander en la segunda jornada, permitió a Uzuni, con la testa, abrir distancias en el marcador en el 27’ (2-0). El ex del Espanyol hizo diabluras desde la media punta y pese, a algunas entregas por falta de concentración que pudieron costar caro de sus compañeros, lo cierto es que, por fin, la pegada de los de Karanka salió a relucir.

Y es que no hay nada mejor para coger confianza que tener un choque plácido. Porque sin esa tensión, la calidad fluye como se vio sobre el verde de Los Cármenes. Los rojiblancos, de ahí al descanso, controlaron el choque y salvo una incursión de Zarfino por la izquierda que le ganó por potencia a Petrovic pero que salvó Raúl Fernández, lo cierto es que no pasaron por apuros defensivos en un primer acto que dejó muy satisfecho a sus seguidores. Y así lo reconocieron con una ovación a sus futbolistas. Este sí era el equipo que quieren ver.

Segunda mitad

Y como si de un déjà vu se tratara, en la primera aproximación tras el receso, el Granada CF marcó el tercero para dejar encarrilado el choque. Esta vez fue fruto de una gran combinación entre Quini, Melendo y Puertas, que centró al corazón del área para que Uzuni, de semitijera, anotara el mejor tanto de los rojiblancos en lo que va de temporada. El Estadio de Los Cármenes estalló de alegría pues la renta era para celebrarla.

Con una amplia ventaja en el marcador y ante la cita del próximo domingo en Tenerife, Karanka optó por darle descanso a sus mejores jugadores. Primero quitó a Melendo y posteriormente a Víctor Díaz y Uzuni. Tocaba guardar fuerzas. Y más cuando, tras una gran presión alta, Petrovic le robó el cuero a Cristian Rivera y cedió a Puertas para que el almeriense habilitara a Callejón en el área, que puso el 4-0 en el mano a mano ante Mariño (64’). Choque sentenciado.

La sentencia

De ahí al final, y con la grada pasándoselo en grande (volvió la ola), las incursiones de Bryan Zaragoza levantaron los “ohh” en la grada. El malagueño fue el protagonista del quinto tanto que anotó en el 85’ Perea para culminar una manita que debe ser el punto de inflexión en el juego de los rojiblancos. Djuka en el 86’ estrelló el cuero en el palo en el que pudo ser el tanto del honor asturiano mientras Los Cármenes cantaba el himno del 80 aniversario a capela. Todo salió perfecto.