Media hora de ensueño permiten al Granada CF estrenarse en Los Cármenes

El Granada CF, al fin, le dio una alegría a su afición tras imponerse con contundencia al filial de la Real Sociedad (5-2), en un partido que dejó sentenciado en media hora con cinco tantos. La relajación le llevó a encajar dos goles ante un contrario que fue otro tras el descanso.

Pacheta, sin que sirva de precedente, repitió el mismo once inicial que venció el pasado fin de semana al Huesca. Aunque se especulaba con la posibilidad de que le diera de nuevo la oportunidad a Bouldini en punta de ataque en detrimento de Jorge Pascual, no fue así y el burgalés le dio continuidad al mismo equipo que dejó, por primera vez en la temporada, la portería a cero y logró el primer triunfo.

Esta vez sí, la afición rojiblanca disfrutó con su equipo. Y lo hizo a lo grande. Desde el primer minuto, se vio a un equipo muy superior sobre el terreno de juego que no paró de generar ocasiones de gol ante el arco rival. Ya en el minuto 2, una recuperación de Sergio Ruiz terminó con el primer disparo de los locales, obra de Jorge Pascual desde fuera del área, que se marchó muy alto.

Fue el primer aviso porque, desde entonces, el Granada CF fue un auténtico vendaval. Tanto, que en el 3’, un centro desde la línea de fondo de Álex Sola terminó con un remate al fondo de las mallas de Faye de cabeza, que le ganó por alto la partida a su par. Al fin, los rojiblancos se pusieron por delante en el marcador en Los Cármenes. El tanto dio mucha confianza a los de Pacheta, que enlazaron varias acciones de mucho mérito en la circulación, en la que Pedro Alemañ se erigió en el gran protagonista, bien escoltado por Rubén Alcaraz y Sergio Ruiz.

Cinco minutos después, los dos futbolistas que abrieron el electrónico se volvieron a asociar para comenzar a dejar encarrilado el choque. Un 2-0 que llegó con un nuevo centro de Sola que aprovechó Faye, con un remate con la zurda a la media vuelta, tras un complicado control. La afición granadina no se creía lo que estaba viendo, pero sí, era real. Y por si fuera poco, en el 11’, un disparo desde la media luna de Rubén Alcaraz entró junto al palo derecho de Fraga para subir, en un pispás, un 3-0 que dejaba prácticamente finiquitado el duelo.

Empero, la fiesta no acabó ahí. En la siguiente acción ofensiva, en el minuto 22, llegó el cuarto. Un gran centro de Pedro Alemañ desde la izquierda permitió a Álex Sola fusilar al guardameta donostiarra. Dos asistencias y un gol firmó el ex del Getafe ante el equipo de su tierra. Pese al 4-0, la grada no se olvidó de los actuales gestores y cantó al unísono el ya clásico “¡directiva dimisión!” en un ejemplo de madurez como afición. Porque aunque la pelota, esta vez estaba entrando, la gestión sigue siendo la misma.

El ‘Sanse’, abrumado, tan sólo salió en un par de ocasiones de su campo. Fue Orobengoa el que intentó desde la media luna un disparo muy desviado. Y la respuesta rojiblanca no tardó en llegar pues Oscar Naasei, tras recoger un rechace en la frontal a la salida de un saque de esquina, remató en la media luna con la derecha para poner el cuero junto al palo izquierdo y subir al marcador de Los Cármenes la ‘manita’.

Pese al 5-0, el hambre de los de Pacheta siguió intacto y en el 34’, Jorge Pascual buscó anotar su primer tanto en una acción individual, pero su chut con la zurda salió rozando el palo. De nuevo lo intentó de cabeza a cinco del descanso, pero su disparo se fue junto al poste a centro de Pedro Alemañ tras una falta lateral. La alegría habría sido completa si se hubiera dejado la portería a cero, pero no fue así porque en el 43’, Carrera definió con mucha calidad un centro desde la derecha de Ochieng. Obviamente, al irse a los vestuarios, la grada despidió a sus jugadores con una gran ovación.

Desde el banquillo se movió ficha y Diallo, con amarilla, se quedó en la caseta para dar entrada a Hormigo en el lateral zurdo. Pero la Real Sociedad B salió dolida y a los cinco minutos, Mikel Rodríguez hizo el segundo para los vascos a centro de Gorosabel. Y puso ser peor a tres minutos del final si el remate del recién incorporado Mariezkurrena llega a entrar pues Zidane no logró atajar su chut en primera instancia y casi entra.

Entraron Arnaiz y Manu Trigueros por Rubén Alcaraz y Faye, pero fue el conjunto de Ion Ansotegi el que pasó a dominar claramente. La relajación fue tal que no gustó a la grada. Así discurrió toda la segunda mitad, donde Fraga apenas tuvo trabajo. La inseguridad de Zidane tampoco ayudaba, pero tendría que pasar una debacle para no ganar el choque. Pacheta agotó los cambios con la entrada de Loïc Williams por Pau Casadesús, lo que hizo que Oscar Naasei pasara al lateral derecho. Pero la tónica no cambió y fue la Real la que tuvo el cuero. Hormigo tuvo el sexto al igual que Arnaiz en la recta final, pero no entraron. También llegó un paradón de Zidane a chut de Díaz con la gente esperando el pitido final. Al fin vio a su equipo ganar. Ya era hora.