La Pizarra | Osasuna - Granada CF

Esta vez no funcionó

  • El equipo de Diego Martínez pasa, otra vez, del habitual 1-4-2-3-1 inicial a defensa de tres para caer derrota frente a Osasuna

Quini trata de zafarse de la presión de dos contrarios de Osasuna.

Quini trata de zafarse de la presión de dos contrarios de Osasuna. / Agencia LOF

La gestión del vestuario, eso que no sirve para meter goles pero sí para creer en conceptos que ayudan, y mucho, en el día a día, llevó al técnico Diego Martínez a alinear en el El Sadar a José Antonio González por primera vez como titular. Eran baja tanto Montoro como San Emeterio, por lo que la duda estaba en conocer al compañero de Alberto Martín en la medular. Sobre la mesa estaban Nico Aguirre, el recién llegado Azeez y hasta la posibilidad de variar el habitual 1-4-2-3-1 innovando con tres centrales o un trivote en la medular de inicio. Nadie daba opciones al canterano, cuyos minutos hasta ahora habían sido casi testimoniales, y menos ante Osasuna y en El Sadar. Sin embargo, el técnico apostó por él para que hiciera de Montoro y el joven centrocampista estuvo a un nivel más que aceptable en su primera titularidad del curso en Liga. Aunque tuvo el Granada en el primer tiempo la pelota menos que en otros encuentros, José Antonio fue el que acaparó el juego de ataque de los nazaríes y el que emuló a Montoro con varios envíos en largo en los que nacieron las escasas llegadas rojiblancas antes del descanso.

Atentos por banda

El respeto del Granada hacia el cuadro navarro, un conjunto poderoso y muy ofensivo por bandas, se pudo apreciar en algunos detalles tácticos. Víctor Díaz, por ejemplo, progresó muy poco por la derecha en el primer tiempo, pese a que es un jugador que desahoga bastante el ataque con sus subidas. En ese mismo costado, la titularidad de Antonio Puertas sirvió para que estuviera muy vigilado Clerc, uno de los laterales más ofensivos de la categoría.

La Pizarra utilizada por Diego Martínez en el Sadar. La Pizarra utilizada por Diego Martínez en el Sadar.

La Pizarra utilizada por Diego Martínez en el Sadar. / Infografía Granada Hoy

Como siempre

No varió un ápice su esquema habitual Diego Martínez al principio. El conocido 1-4-2-3-1, con los citados José Antonio y Puertas como únicas variantes respecto al pasado partido contra el Extremadura. Eso sí, el empuje con balón y la presión sin él del Osasuna, unido a la ausencia de jugadores como San Emeterio o Montoro en la medular, provocó que el Granada tuviera la pelota menos de lo acostumbra.

Un guión perfecto

El equipo vivió con relativa tranquilidad durante el primer tiempo y también en el segundo. De hecho, con el paso de los minutos la sensación es que el derroche comenzaba a afectar a los locales, que el sufrimiento era escaso y que ganaban posibilidades los visitantes. También esa era la vía que se apreciaba con los dos primeros cambios de Martínez.

Relevo en las alas

Salió primero del terreno de juego Antonio Puertas para que tuviera minutos por segundo partido consecutivo Dani Ojeda, que se colocó en el flanco derecho que ocupaba el almeriense, mientras que poco después fue Pozo el que dio el relevo a Vadillo. Oxígeno y desequilibrio en las dos bandas, posibilidad de tener más y mejor llegada siempre manteniendo el mismo dibujo del inicio.

El gol

El fútbol son acciones, detalles, situaciones muy concretas dentro del gran marco que son los noventa minutos. Tuvo el gol Germán nada más empezar y Quini antes del descanso, pero el que acertó fue Rubén después de que José Antonio emborronara su más que aceptable actuación con un mal despeje, en el que se lesionó. Quedaba menos de un cuarto de hora y tocaba irse para arriba.

Cambio de dibujo

Estaba claro que iba a meter Diego otro delantero sobre el campo pero no sólo hizo eso. Aprovechó la entrada de Rodri por José Antonio para mutar su dibujo a un 1-3-5-2, con Víctor Díaz como tercer central, Pozo en el carril diestro, lado en el que ya estaba desde hacía minutos tras cambiar su banda con la de Dani Ojeda, Quini en la izquierda, Alberto Martín como pivote único y cuatro atacantes por delante, con Fede Vico ayudando un poco más en la construcción. La defensa de tres centrales ante el Extremadura en inferioridad pero esta vez no sirvió para empatar un partido que el Granada perdió por detalles.

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