El Granada CF, pendiente de vender a Lucas Boyé al Alavés para inscribir fichajes

La venta de Lucas Boyé va a terminar siendo el culebrón del verano en la parroquia del Granada CF, una venta que le daría cierto margen a los rojiblancos en lo económico, aunque con los plazos que se están dando no tanto en lo temporal para buscar un sustituto de garantías, si es que la cartera les da para ello.

El peor escenario posible sería tener que vender al argentino, quizá el jugador franquicia del equipo y por un precio digno del último día de rebajas, y que con lo obtenido solo se pudiera inscribir a los cuatro futbolistas que no pudieron estar ante el Deportivo de La Coruña: Souleymane Faye, Diego Hormigo, José Arnaiz y Jorge Pascual.

Como informó el diario Ideal, el Deportivo Alavés se perfila como el destino de Lucas Boyé, después de varios días en los que ha mantenido una posición privilegiada en la negociación. El club vitoriano se encuentra ya en la fase definitiva de los contactos para hacerse con la totalidad de los derechos del delantero argentino, no solo con el porcentaje que tiene el conjunto nazarí. De hecho, su representante habría estado en tierras vitorianas en las últimas horas. Según el reparto establecido, el 70% de la operación correspondería al Granada, mientras que el 30% iría al Elche, su anterior club antes de su llegada a Los Cármenes.

Boyé, que continúa lesionado tras el esguince de rodilla sufrido en el Trofeo Ciudad de Granada, espera estar disponible a finales de este mes, aunque está por ver si volverá a vestirse de corto con el Granada. Pese a haber recibido sondeos tanto de equipos de Primera como el Rayo Vallecano o incluso de ligas extranjeras, como el sonado interés de River Plate, el atacante ha dejado clara su intención de unirse al proyecto del Alavés, donde le atrae la presencia de su compatriota Eduardo 'Chacho' Coudet en el banquillo. La resolución de su futuro podría producirse en cuestión de horas, algo que le vendría bien al Granada para resolver sus inscripciones cuanto antes y ver que posibilidades tiene en el mercado.

El Granada, que adquirió ese 70% en 2023 a cambio de seis millones de euros, no puede cerrar la venta de manera independiente, pues está obligado a compensar al conjunto ilicitano con su parte proporcional. A nivel contable, al equipo rojiblanco le restan por amortizar unos tres millones, dado que Boyé firmó por cuatro temporadas.

Por ahora el interés ilicitano pasa por hacer caja, y es que su delantera está más que cubierta. El primer equipo franjiverde acumula un auténtico exceso de efectivos en la lanza de ataque. Con las incorporaciones recientes de Álvaro Rodríguez, Rafa Mir y André Silva, a los que se suma Mourad El Ghezouani, el club cuenta ya con cuatro delanteros centros. La salida de Mourad rumbo a Segunda se antoja ahora todavía más probable.

Una posible transferencia permitiría recuperar parte de la inversión y, además, aliviar la masa salarial, ya que el delantero es el futbolista con el sueldo más alto de la plantilla.

Ese margen resultaría clave para poder inscribir a jugadores pendientes como Souleymane Faye, José Arnaiz, Jorge Pascual y Diego Hormigo, prioritarios, e incluso abrir la puerta a algún refuerzo más, incorporaciones más que necesarias vistas las grandes carencias del equipo, que perdió su partido inaugural contra el Deportivo con una imagen más que mejorable.