Nunca es sencillo conseguir la confianza de un entrenador siendo un recién llegado. Menos aún si eres un futbolista veterano y en tu posición natural hay un jugador totalmente indiscutible como Carlos Neva. Con todos estos condicionantes en su contra, Sergio Escudero ha logrado hacerse importante en el Granada CF de Robert Moreno.

Siendo cierto que sus dos últimas titularidades (consecutivas y ambas en LaLiga) vienen alentadas por la oleada de lesiones que ha sufrido la plantilla, su presencia sobre el césped viniendo desde el banquillo ha sido una constante.

Titular

Contra el Deportivo Alavés, y ante las bajas de Machís y Rochina, el vallisoletano partió como extremo en un 1-4-4-2, por delante de Neva y no tan sujeto a labores de índole defensiva.

Varió su plan habitual en cuanto a desmarques, pues obvió la línea de fondo en favor de las diagonales y generar profundidad mediante la subida de los laterales, que bombardearon a centros el área de Pacheco en la primera mitad.

Balón parado

Se encargó en varias ocasiones de botar el balón parado. Destacada fue una ocasión en la que el conjunto nazarí intentó una acción ensayada que nació de un saque de esquina lanzado por la zurda de Escudero.

Apenas tuvo tiempo de despuntar en la segunda mitad, donde fue sustituido a la hora de partido para dar entrada al camerunés Yan Eteki y mover a Luis Javier Suárez al costado izquierdo.