El estado del Nuevo Los Cármenes, el enésimo motivo de enfado en la afición del Granada
Suciedad en los asientos, excrementos de pájaros, exterior cada vez peor, césped en mal estado… los seguidores rojiblancos denuncian la desastrosa situación de la instalación
Lo habitual cuando está a punto de comenzar una temporada es que el aficionado rebose ilusión, que esté lleno de optimismo y emoción ante lo que está por venir.
En el Granada CF ocurre todo lo contrario. Sus seguidores viven el próximo arranque del nuevo curso con un pesimismo pocas veces visto, mezclado con hartazgo y desazón.
Los intentos de Pacheta en rueda de prensa por levantar el ánimo de la grada se topan de bruces con una realidad que es oscura fuera y dentro del terreno de juego.
Lo deportivo no funciona. Pretemporada sin fichajes ilusionantes, sin salidas que se esperaban, sin victorias y sin brotes verdes. Sólo la presencia de un técnico como Pacheta invita a no aferrarse al desastre.
Lo extradeportivo menos aún. Cada decisión que toman los dirigentes es peor que la anterior y los gritos de “directiva dimisión” seguro que se escucharán esta temporada un partido sí y otro también, como ya ocurrió en el de presentación del sábado ante el Al Ain.
El partido ante el equipo emiratí sirvió para que los pocos seguidores que asistieron, en un número menor a cinco mil aficionados, convirtieran el estado del Nuevo Los Cármenes en el enésimo motivo de enfado.
Decenas de seguidores han aprovechado las redes sociales en las últimas horas para denunciar la lamentable situación del coliseo del Zaidín. Lo que tendría que haber sido el regreso meses después al plácido hogar de tu equipo se convirtió en el retorno a una instalación que en algunos aspectos roza el tercermundismo.
Nada más entrar eran visibles en escaleras y vomitorios muchísimos excrementos de pájaros no limpiados, lo que de entrada es una situación nauseabunda.
Tampoco estaban limpios los asientos, con una capa de suciedad que casi impedía a muchos poder sentarse en ellos. Un día más, hubo que tirar de toallitas y de pañuelos de papel.
Quien tuvo que usar los baños volvió a toparse, como ya pasaba la pasada campaña, con aseos impropios de un lugar como un estadio de un equipo de Segunda División.
De los exteriores mejor no hablar. Cada vez están más desconchados y cochambrosos. Una absoluta vergüenza que invita a taparse los ojos mientras se pasea por las inmediaciones del estadio.
Por si todo esto, heredado de los últimos meses, fuese poco, el césped mejor ni mirarlo. Con calvas y en mal estado. No por ser habitual cada verano puede dejar de ser denunciable, y ojalá que no afecte en los próximos partidos al juego del equipo.
Y ahí siguen las preciosas esquinas, con sus vallas para no pasar y sus precintos para separarlas de otras zonas. Habrá que ver qué va a pasar con ellas y si se van a utilizar este curso. El sábado en el partido de presentación estuvieron cerradas.
En definitiva, el enésimo desastre de un club que ojalá mejore la instalación si algún día firma con el Ayuntamiento de Granada el esperado convenio a largo plazo para su uso.
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