Pacheta y la presión del líder en el Granada CF

A no ser que en esta próxima semana el Granada logre programar un amistoso en sustitución del que el Al-Rayyan les canceló con menos de dos días de antelación, la pretemporada ha llegado casi a su fin al menos en lo que a partidos se refiere.

Tan solo faltaría la presentación oficial del equipo, el Trofeo Ciudad de Granada, que se jugará en el Nuevo Los Cármenes contra el Al-Ain el día 9 de agosto a partir de las 20:00 horas. Con más de una semana para entrenar de cara a la inauguración del equipo con su público en la grada, los tres amistosos ya disputados dejaron las primeras pinceladas de lo que busca Pacheta en sus jugadores.

Lo primero y más importante pasa por formar un equipo, y es que en palabras del burgalés "Cuando eres capaz de correr por los hijos del de al lado, se consiguen metas inimaginables". El optimismo del técnico unido a su conocimiento del balompié será el ingrediente principal del éxito del Granada si es que este termina llegando este curso.

De ahí que el técnico esté tranquilo con esa falta de grandes nombres en la plantilla rojiblanca, que se está completando con jugadores desconocidos para el gran público pero con muchas ganas de demostrar su valía y asentarse en el fútbol profesional. La llegada de más jugadores con cartel estará condicionada por algunas salidas como las de Weissman, Hongla o Stoichkov, a los que no está siendo fácil empujar por la rampa de salida.

Sin embargo, Pacheta cuenta con la presión de que tanto desde el palco como desde la grada, todo el mundo le ponga en el foco como líder de un proyecto en reconstrucción que comenzó en las últimas tres jornadas de la temporada pasada, cuando para él todavía era posible ascender vía playoffs.

La libreta

A falta de grandes resultados este verano, porque el Granada solo ha marcado un gol y no ha ganado ninguno de los tres partidos (con el Cádiz siendo el único rival de categoría similar), Pacheta sí puede esgrimir un argumento incontestable: su Granada ya comienza a dibujar una idea reconocible sobre el césped.

Con menos atrevimiento ofensivo que en el tramo final del pasado curso, especialmente por los carriles ya que tanto laterales como extremos son nuevos (Pablo Sáenz y Souleymane Faye se van puliendo y perfilando como alternativas reales, aunque deberán exigirse más para ser titulares fijos), el equipo rojiblanco ha ganado en solidez y orden en campo propio con el paso de los minutos.

El Granada se muestra cada vez más compacto atrás y va mostrando más cohesión a la hora de salir a la contra, especialmente en torno a las descargas de Lucas Boyé, pieza clave en la transición ofensiva como ya fuera el curso pasado desde que marchara Uzuni. Pero además, el conjunto nazarí ha añadido una nota agresiva en la presión, algo que responde directamente a la filosofía de Pacheta: el futbolista debe ser exigente consigo mismo y generoso con sus compañeros.

La irrupción de Oscar Naasei como 'parche' tras la lesión de Pau Casadesús hace pensar que el ghanés se está mereciendo no quedarse en simplemente un parche, sino que puede aportar competencia tanto para los centrales como para el único lateral diestro de la plantilla por ahora.

Este Granada no se trata solo de ejercer una presión improvisada, sino de un esfuerzo coordinado que refleja la creciente implicación del grupo y la intención del técnico de construir un equipo reconocible desde el esfuerzo, el compromiso colectivo y la convicción táctica, aunque evidentemente algunos fichajes con más garantías que los actuales siempre aportan ese grano extra de calidad tan necesario.

En Los Cármenes será el primer examen ante el granadinismo, y los rojiblancos tienen casi diez días para ponerse a tono y darle a su afición la alegría que merecen. Todo esto sería indicativo de que a pesar de los pocos partidos, la preparación para el debut contra el RC Deportivo ha sido adecuada y de que el Granada quiera ser un equipo.