No tiene suerte el Granada esta temporada ni con las lesiones ni con los árbitros. El partido ante el Betis es un buen ejemplo de ambas cosas.

Se puso cuesta arriba muy pronto con la lesión de Montoro. Pese a lo que supone perder tan pronto a un jugador fundamental se rehízo, firmó una buena actuación y hasta logró empatar tras conceder un gol evitable.

Al final, cuando el Betis se volcó, Soto Grado le dio un empujón a los locales con una mano, y la otra se la puso en el cuello al Granada. Pitó cesión en una acción que, por el contexto de la situación, parece que no lo era. Y ahí llegó el 2-1.

Se puede entender que el árbitro se equivocara en contra del Granada, ya que es una jugada que admite matices, lo que no tiene justificación es que, con 1-1, no expulsara a Víctor Ruiz.

El central, que ya tenía amarilla, golpeó con su brazo con fuerza el cuello de Luis Suárez en un salto. Es de esas acciones que nueve de cada diez se saldan con amarilla. Esta fue la que no, para desgracia del Granada, que sigue acumulando graves errores de los trencillas en contra jornada a jornada.

Así, con tanta lesión y con estos arbitrajes, es casi imposible. No obstante, pocos peros al Granada. Si hay que perder, que sea así. 

Sólo dos cambios respecto al Cádiz

Pese a que ante el Cádiz no fue efectivo, Diego Martínez repitió este lunes frente al Betis el habitual 1-4-1-4-1 usado durante la mayor parte de la temporada de inicio.

Sólo introdujo dos cambios en su once respecto a ese choque, que fueron las entradas del ya recuperado Domingos Duarte en el centro de la zaga y de Luis Suárez arriba, en detrimento de Nehuén y de Jorge Molina.

Quini volvió a ser el elegido para el lateral zurdo, el tridente habitual estuvo en la media y Antonio Puertas y Machís ocuparon los extremos. En la meta, Aarón, con el ya disponible Rui Silva en el banquillo.

Llegó el Betis al choque con dos bajas importantes por sanción, Mandi y Fekir, reemplazados de inicio por Bartra y por Joaquín, y con Carvalho dejando en el banco a Guardado.

Pellegrini salió con su esperado 1-4-2-3-1, con libertad total de movimientos para Canales, más aún sin Fekir en el campo.

En esta guerra táctica salió vencedor el Granada, mucho mejor asentado en el campo y dominador del tiempo del partido, pese a que fue el Betis el que llegó con ventaja al descanso.

Lesión y gol 

Lo más destacado, sin duda, de la primera mitad fue que la entrada de Fede Vico por Montoro hizo que el Granada mutara a un reconocible 1-4-2-3-1.

Además, hubo buenas ocasiones para los visitantes, con Machís creando bastante peligro.

En el único error de la zaga, con Foulquier confiado ante Ruibal y Germán frente a Borja Iglesias, llegó el 1-0.

Con cinco atrás 

Se levantó el Granada y firmó una muy buena segunda mitad. Llegó, tuvo ocasiones, sometió al Betis y consiguió un empate justo.

El segundo cambio fue Yan Eteki por un tocado Yangel Herrera. Nada cambió, pero se quedó Diego con una sola ventana disponible que usó para meter a Víctor Díaz, Nehuén y Jorge Molina, mutando a un 1-5-4-1, con Luis Suárez arrancando desde banda.

Tras el polémico 2-1, Germán se fue arriba y acabó el equipo con un 1-4-2-4 a la desesperada.