Sólo faltó lo más importante: el gol. El Recreativo Granada dominó el balón y las ocasiones, llegó con claridad, superó en intensidad y juego al Hércules –el líder del Grupo 5 de Segunda RFEF– pero estuvo impreciso en los últimos metros. Los pupilos dirigidos por Rubén Torrecilla sólo pudieron sacar un punto que supo a muy poco teniendo en cuenta lo visto a lo largo de los noventa minutos (0-0). Sea como fuere, jugando así las alegrías están más que aseguradas. Este es el camino.

Cumplió el técnico extremeño del Granada con una de las tónicas habituales a lo largo del presente curso: no repetir once. Dos de los fijos, Brau y Adri Butzke, se quedaron fuera. El primero estuvo en el banquillo por decisión técnica y el segundo se quedó fuera de la convocatoria debido a una presumible llamada de Robert Moreno para formar parte del primer equipo ante el Osasuna.

Puesta en escena

La presentación en el encuentro por parte del Recreativo Granada fue casi inmejorable. A pesar de que el Hércules salió mandón en los primeros instantes del duelo e intentó acometidas por banda, el conjunto local no tardó en reaccionar y se hizo con el timón poco después de meter miedo a Adri López con un par de carreras de Bryan Zaragoza. Precisamente gracias a una de ellas llegó la ocasión más clara de la primera media hora. El extremo ganó la espalda a su marcador, cedió el esférico a Mario y este, tras eliminar a dos rivales con un regate, dejó sólo a Echu, impreciso al chutar con la pierna diestra.

El trascurso de los minutos, contrario a lo a priori esperable, siguió beneficiando al buen hacer de los rojiblancos, superiores en intensidad e ideas a unos alicantinos muy rebasados por el 1-5-2-1-2 de Rubén Torrecilla. La posición sobre el verde de Mario da Costa sorprendió a los de Sergio Pelegrín, que no supieron contener su ordenada libertad en la zona de tres cuartos. Gracias a él se lubricó otra acción de peligro que casi termina con un remate dentro del área pequeña.

Ocasiones

Sí pudieron culminar en disparo dos jugadas ofensivas más antes del paso a vestuarios. La primera se dio después de un centro de Bryan desde el flanco izquierdo que voleó Raúl de primeras y que atajó con acierto Adri López. El meta de los herculanos volvió a ser protagonista al filo del descanso, cuando salió vencedor de un uno contra uno en el que no estuvo certero Mario.

El comienzo de la segunda mitad fue una continuación de lo visto en los primeros cuarenta y cinco minutos. El Recreativo Granada, muy fino con la pelota en los pies, no tardó en incomodar las inmediaciones del Hércules y estuvo cerca de sumar el primer tanto del duelo con una doble ocasión de Bryan.

Tímida respuesta

La escuadra visitante, bien posicionada pero vencida en la mayoría de los balones divididos, encontró un resquicio de esperanza en acciones de calidad aisladas y protagonizadas en gran parte por un exgranadinista, Pedro Sánchez. Sólo una genial acción defensiva de Pepe evitó que el veterano futbolista de Aspe hiciese el 0-1.

Lo que impidió el 1-0, poco después, no fue un zaguero rival. En este caso tuvo que ser el larguero. Esta circunstancia llegó inmediatamente posterior a un preciso control de Bryan Zaragoza dentro del área, pegado a la banda zurda, seguido de un latigazo tremendo con la pierna diestra que chocó en la madera e hizo respirar a los blanquiazules.

El conjunto de Sergio Mora, entrenado en este partido por Sergio Pelegrín debido al positivo por Covid-19 del técnico madrileño, estuvo conectado en todo momento al choque a pesar de ser inferior en el cómputo global. El Hércules pudo adelantarse cerca del 70’ en un remate de Jiménez a centro de –otra vez– Pedro Sánchez, mas se marchó alto y no cogió portería.

Tablas

De igual manera contestaron los pupilos de Rubén Torrecilla. El balón fue perfectamente conducido de una banda a otra hasta que, desde la banda derecha, Brau sacó un centro cabeceado de manera excepcional por Sergio Barcia y repelido por Adri López cuando se dirigía a la escuadra de la portería.

Esta fue la última gran oportunidad de gol del partido, pues a partir de aquí una combinación de nervios, alternancias e imprecisiones impidió una limpia y correcta circulación de balón de un campo a otro y, por tanto, trajo consigo un tramo final plano, de ida y vuelta y sin ocasiones claras para desequilibrar el partido hacia ninguno de los dos bandos. En la próxima jornada el filial nazarí se las verá con otro de los equipos míticos de la categoría, el Real Murcia, esta vez a domicilio.