El Recreativo Granada sufrió ante el Marbella su derrota más merecida de la temporada. El filial perdió por 0-3 ante un conjunto que se mostró muy superior para llevarse los tres puntos de la Ciudad Deportiva. La derrota ante los malagueños es una lección para los jóvenes rojiblancos, que vieron cómo un equipo plagado de veteranos se aprovechó de sus numerosos errores a lo largo de los 90 minutos. Este duro varapalo debe servir al Recreativo para constatar de una vez por todas que la categoría no es un camino de rosas, sino de espinas.

Gol tempranero

El encuentro comenzó ya torcido para los locales. El Marbella, que había arrancado el duelo con mejor pie, se adelantó cuando algunos seguidores estaban tomando aún asiento. Mustafa recibió solo en la frontal del área de Unai, y ante semejante invitación decidió soltar un latigazo imposible de alcanzar para el guardameta granadinista. Los futbolistas de Tenorio decidieron responder al tempranero tanto rival refugiándose en el balón. El Recreativo acumuló varias posesiones de larga duración para enfriar el partido y los ánimos visitantes, que estuvieron apoyados en todo momento por numerosos seguidores llegados desde la Costa del Sol.

El equipo dio un paso adelante y la primera ocasión estuvo en las botas de Isma Ruiz, que lanzó un zapatazo desde la frontal que obligó a Wilfred a emplearse a fondo. El filial parecía haber cogido el control del partido con el paso de los minutos, pero el Marbella se pertrechó en su campo con firmeza. Pasada la media hora llegó el segundo mazazo para los de Tenorio, cuando Mario Ruiz perdió el cuero en una salida de balón por jugarse un regate ante dos rivales. Los costasoleños se plantaron en el área de nuevo y Elías regaló con el tacón el balón a Paulo, que batió a Unai. 0-2 y la sensación de que el propio Recreativo había colaborado a crear sus males.

El Marbella continuó cediendo el balón a los rojiblancos, que no encontraron los caminos para poner en apuros a Wilfred. El bloque local dispuso de varios balones parados, pero ni la estrategia echó una mano para recortar distancias antes del descanso. La sentencia pudo llegar en el filo del descanso. Una contra visitante tras un córner local dejó un tres para dos en el que Mustafa tardó en decidir, lo que ayudó a Héctor a rebañar el balón a un Elías que ya se veía encarando a Unai. El último coletazo granadinista de la primera mitad fueron dos internadas de Mario Ruiz que acabaron en nada.

Los canteranos granadinistas salieron al segundo acto con un punto más de intensidad. Isi probó con un disparo lejano, pero se le marchó arriba. El dominio rojiblanco a través de la posesión volvió a ser engañoso, pues Óscar aprovechó una mala cesión a Unai para quedarse con la portería vacía, pero Héctor aprovechó la escorada posición del delantero rival para salvar un gol más que cantado.

La sentencia

Tenorio introdujo en el terreno de juego a Aranda por Sebban para agitar las cosas, pero desafortunadamente el tercer gol estaba a punto de mandar a su equipo a la lona. En el minuto 63 Añón, recién ingresado en el campo, lanzó un pase en profundidad para Paulo, que se marchó de Unai para posteriormente liquidar el choque con el 0-3. El propio Aranda fue seguramente lo más positivo del cuadro local en todo el encuentro. El ‘19’ no se cansó de encarar y de intentar combinar con sus compañeros, pero no era el día ni mucho menos.

El filial continuó probando el lanzamiento exterior, pero ni Butzke ni Caio encontraron puerta en sus lanzamientos. David Tenorio quitó a Alberto López por Viedma tras encajar el tercer tanto y llenó su medular de creatividad, pero los pases interiores se perdieron siempre en marañas de los marbellíes.

El partido se calentó por momentos. Los futbolistas rojiblancos pecaron de juventud y se dejaron llevar en algunas jugadas puntuales. Dos jugadores locales, Isma Ruiz y Alberto López, vieron durante el choque sendas amarillas por protestar, mientras que Héctor fue amonestado por golpear a un rival sin estar el balón en juego. Los veteranos malagueños se aprovecharon de algunas de esas situaciones para ganar tiempo y llevar el partido, más aún, a su terreno.

Como si de un partido de baloncesto se tratase, el tramo final del encuentro quedó para los minutos de la basura. El Recreativo siguió intentando anotar el gol del orgullo para maquillar el marcador, pero el resultado pesaba demasiado. El Marbella, por su parte, se refugió en su campo a la espera de que pasase el tiempo, pues el trabajo estaba más que hecho.

Ninguno de los dos entrenadores quiso arriesgar con todo ya resuelto. David García Cubillo retiró a diez minutos del final a Paulo, que se quedó sin gasolina de tanto buscar su tercer gol. En el bando rojiblanco cayó Isi, que cojeó de forma ostensible durante los últimos 15 minutos de partido. El ‘10’ granadinista se mostró exhausto, pero con los tres cambios agotados tuvo que aguantar el tipo. El propio Isi realizó el último intento del ‘Recre’ en el partido con un lanzamiento desde fuera del área que dinamitó del todo sus piernas. El Marbella se llevó los tres puntos y dejó una lección dolorosa, pero necesaria.