Qué lejos queda el 12 de septiembre del pasado año. Por aquel entonces, el Granada CF hizo rodar el balón en un encuentro ante el Athletic que se saldó con victoria (2-0) y que supuso el inicio de una temporada que iba a ser frenética por ‘culpa’ del buen hacer de los pupilos de Diego Martínez, que además de los partidos de la Liga Santander han disputado otra ‘media temporada’ extra entre los encuentros de la Copa del Rey (cinco) y de la Liga Europa (quince).

Así, poco más de siete meses después de aquel 12 de septiembre, el conjunto rojiblanco está en vísperas de afrontar el que será su quincuagésimo octavo encuentro de un año frenético y muy denso en el que los jugadores y los técnicos apenas han tenido tiempo para levantar el pie del acelerador o descansar las mentes. Serán 58 partidos en menos de 40 semanas, lo que supone una concentración de enfrentamientos sólo apta para grandes clubes entre lo que este año se ha colado de rondón el conjunto granadinista.

No es de extrañar que en el seno del Granada se atisbe el partido del próximo domingo ante el Getafe (Nuevo Los Cármenes, 18:30 horas) como una meta a cruzar después de haber recorrido el más duro de los maratones. Y tampoco sorprende el hecho de que, una vez comprobado que se han hecho más deberes de los que cabría exigir y cumplido con creces el más optimista de los objetivos (a la permanencia lograda de forma holgada sin haber pasado el más mínimo de los apuros hay que añadir que el cuadro de Diego Martínez ha sido cuartofinalista en la Copa del Rey y en la Liga Europa), los últimos metros el cuerpo pida ralentizar un poco el paso, aunque en la mente esté realizar un pequeño sprint final para dejar una buena foto en el momento de romper la cinta que hay en la meta.

No hay duda alguna de que el Granada querrá acabar la temporada como la empezó: con un triunfo. Más aún cuando recibirá al Getafe tras acumular cuatro derrotas consecutivas y más goles encajados de los previstos por un pesimista.

La guinda

El último encuentro de esta inolvidable temporada 2020/21 tiene, por tanto, el pequeño aliciente de ponerle la guinda con la suma de tres puntos que permitan a los rojiblancos terminar en la mitad septentrional de la clasificación.

El choque también será para que lo disfruten los grandes protagonistas del año sin ninguna presión, pues no hay nada en juego que sea de una magnitud considerable. Ni siquiera para el conjunto que dirige José Bordalás, que tras el triunfo logrado el pasado fin de semana frente al Levante certificó la permanencia en Primera División para la próxima temporada.

Además, todo el entorno granadinista confía en que el encuentro ante los madrileños sea el último que se dispute en el Nuevo Los Cármenes sin ambiente en sus gradas y que el comienzo de la próxima temporada suponga una vuelta a la normalidad en este aspecto.