Desengañados a tiempo parcial con el fútbol

Granada CF

El arbitraje de Mestalla y las dificultades ofensivas del Granada hacen que muchos tiren la toalla tras lo del domingo, aunque la ofensa sólo durará días y el sábado volverán a estar dándolo todo ante el Getafe

Barrera del Granada en el partido de Mestalla / Efe

Carlos se acostó indignadísimo el domingo por lo que vio por la tele en la sobremesa. Se lo llevaban los demonios entre el arbitraje sufrido por el Granada y la impotencia mostrada por su equipo para crear ocasiones de gol.

Es abonado del Granada y hubiera roto su carné si no llega a ser digital. Tenía clarísimo que este equipo baja a Segunda, y con estos arbitrajes más todavía. Estaba tan desengañado que juró que no volvería a ver un partido en su vida.

El lunes ya se le había pasado en parte el rebote con los suyos. Aún arañaba el punto que se hubiera sumado en Valencia si no llegan a estar Verdura y Del Cerro, que tienen nombre de los que son: árbitros. Seguía enfadado porque el equipo apenas había probado al meta rival, porque en los últimos minutos no fue capaz de apretar al riva, pero también tenía claro que la culpa fue de lo sucedido fue de los colegiados.

Como ya le ha pasado otras veces, Carlos sabe lo que le sucederá en los próximos días, conforme se vaya quedando atrás el partido y vaya asomando una nueva jornada. Intuye cómo el desengaño que siente actualmente con todo lo relacionado con ‘la redonda’ se va a pasar. Va a ser un desengaño a tiempo parcial.

El martes, de hecho, seguramente vea algún partido de Champions, que tampoco hay que ser drásticos en la vida, y el miércoles caerá el Madrid, que para eso es el Madrid.

El paso de los días

Carlos es de los que piensa que se puede ser de dos equipos, pese a los puristas. Él es el Granada, pero el gusto por lo blanco no se lo quita nadie. Y así, de paso, comprueba si los arbitrajes en LaLiga son tan malos como en Europa.

El jueves habrá pasado el enfado con los suyos y empezará a tener claro que el sábado tiene que estar en el Nuevo Los Cármenes porque el partido contra el Getafe es clave. Seguramente siga pensando que los jugadores del Granada son muy malos, pero son sus muy malos, y tiene que defenderlos a muerte.

El viernes tendrá claro que Torrente es Baresi, Gumbau es Redondo y Lucas Boyé es Ronaldo. Los suyos, pese a acumular ocho jornadas sin ganar, volverán a ser los mejores del mundo, y Paco López no se discute porque ese sí que es el mejor entrenador del planeta. Y el sábado se levantará nervioso, irá al partido y será uno más cantando el himno más fuerte que nunca.

El fútbol y el ánimo

El curioso los estados del ánimo que te hace pasar el fútbol, cómo las personas sienten y padecen dependiendo de lo que haga tu equipo o del arbitraje que sufra, de cómo vaya en la clasificación o, simplemente, de cómo le haya ido a tu jugador favorito.

¿Se imaginan cómo estarán esos aficionados del Girona? No hay que irse lejos, acuérdense del Granada de Diego, de su forma de competir, de cuando convirtió en costumbre ganar en la elite.

La llegada del italiano Matteo Tognazzi la pasada semana y las tropelías sufridas en Mestalla han podido servir para que Paco López salve, por ahora, su cabeza, porque pocas veces un entrenador ha seguido en su cargo con unos resultados tan malos tras once jornadas ya de liga. Y lo sorprendente es que pasa en un Granada donde en las últimas campañas se ha tenido la paciencia justa con los entrenadores.

Paco y la tabla

No hay dudas de que el choque ante el Getafe será una final para Paco. Ya no sólo será importante lo que suceda en el partido sino también el resultado final, porque el equipo lo que necesita por encima de todo es ganar partidos.

Le está salvando también, por ahora, lo igualada que está la tabla por abajo y el hecho de que haya varios equipos haciéndolo tan mal como el Granada, con los rojiblancos situados sólo a una victoria de la permanencia, algo milagroso para lo mal que lo están haciendo.

Lo del Arosa

El arbitraje de Mestalla y una nueva derrota en LaLiga no pueden servir para que se olvide el ridículo de la Copa, porque el club tiene que depurar responsabilidades y, si es necesario, tomar medidas antes determinadas conductas ineptas por lo ocurrido en el choque ante el Arosa.

Ahora aparte de en el verde, el Granada también juega un partido en los despachos para intentar que no le quiten ese pase a la siguiente eliminatoria por alineación indebida. Veremos si aquí también hay mala racha o se ve la luz al final del túnel. Caso de eliminación habrá un nuevo motivo para otro desengaño de Carlos, aunque siempre sea a tiempo parcial, básicamente hasta el siguiente partido.

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