Granada CF

Una sorpresa que sale perfecta

  • La novedosa línea de tres medias puntas, con la ausencia inesperada de Vadillo, fabrica el gol que posibilita el triunfo rojiblanco ante el Málaga

Presión de Fede San Emeterio durante el partido

Presión de Fede San Emeterio durante el partido / Álex Cámara (Granada)

Eran previsibles cambios en el once titular del Granada CF pero no porque el equipo cayera en la pasada jornada en Soria sino por la recuperación de futbolistas importantes que no pudieron estar ante el Numancia. El alta médica de Montoro devolvió al banquillo a Azeez, mientras que la vuelta de Germán tras cumplir un encuentro de sanción hizo que Víctor Díaz se colocara de nuevo en el lateral diestro y que Quini pasara al zurdo, con Adri Castellano fuera incluso de la lista después de varias titularidades seguidas mostrando un buen nivel.

También estaba disponible otra vez Rodri, aunque el técnico Diego Martínez prefirió apostar por Adrián Ramos como referencia ofensiva. Todos estos movimientos eran más o menos previsibles pero no la otra novedad: la entrada en el once de Antonio Puertas por Vadillo, hasta ahora titular en todos los partidos.

El técnico quiso aprovechar el buen momento del almeriense pero el sacrificado no fue Dani Ojeda, como se podía prever, sino el extremo gaditano, que hasta ahora había sido titular en todos los encuentros de este curso en la competición doméstica.mucha movilidad.

La apuesta le salió a la perfección al preparador porque lo primero destacable que ocurrió en el choque fue una acción entre los tres jugadores que actuaron por detrás de Adrián Ramos que acabó en el 1-0. La movilidad de Dani Ojeda, Fede Vico y Antonio Puertas, buscando siempre espacios libres para crear superioridad en la medular, fue constante y ahí radicó gran parte del éxito del primer tiempo rojiblanco. Eso, y Montoro, que dio otra exhibición de colocación y notable criterio con el balón en los pies para convertirse, un día más, en el guía de su equipo en ataque. Durante la hora y poco que aguantó en el campo mostró un nivel, un día más, excelso. El valenciano fue el auténtico capo del partido.

No sólo mandó con balón, sino que también recuperó muchos balones y mostró en todo momento una colocación impecable. Si hay que enseñar a un niño como juega un centrocampista, pónganle el partido firmado por Montoro ante el Málaga. Otra de las cosas que hizo muy bien todo el equipo, no sólo Montoro, esta caso sin balón, es ser capaz de recuperar rápido el esférico cuando lo perdía y de estar posicionado a la perfección para conseguir que el Málaga apenas creara ocasiones de gol. Con las líneas juntas, con los atacantes ayudando mucho atrás, con una derroche de solidaridad y una capacidad para ahogar al oponente envidiable, el Granada estuvo tan bien sin balón como con él.

Mismo dibujo de inicio a fin

No hubo variaciones tácticas en el equipo local en todo el choque, ya que empezó el duelo con su habitual 1-4-2-3-1 y acabó igual. Si durante casi toda la temporada el equipo se caracterizaba por utilizar más de un dibujo, a veces varios, durante un mismo encuentro, en los últimos ocurre lo contrario y suele acabar el equipo con el mismo esquema con el que comienza. No pasó lo mismo con el Málaga. Los visitantes empezaron también con un 1-4-2-3-1 con mucha fuerza en la medular, ya que la posición de media punta era para Adrián, pero el inicio del segundo acto pasaron a actuar con un 1-4-4-2, con dos delanteros natos. El baño del Granada al Málaga en el primer tiempo propició que López Muñiz hiciera dos cambios en el descanso. Y el tercero no tardó en efectuarlo, tras quedarse en inferioridad por la expulsión de N’Diaye.

Cambios locales

Todas las sustituciones del Granada fueron de un jugador por otro que actúa en su misma posición, sin mover ninguna pieza de sitio tras ellas. Entró en primer lugar Vadillo por Dani Ojeda para buscar una mayor verticalidad. El gaditano firmó varias buenas acciones individuales sin acierto final.

Después salió Azeez por un extenuado Montoro. El nigeriano volvió a protagonizar buenos minutos. Sin el protagonismo de Montoro, pero jugando con mucha inteligencia codo con codo junto a Fede San Emeterio, que se marcó otro partidazo.El colombiano, también muy cansado, dejó su sitio a Rodri en la recta final. Afortunadamente, su salida no hizo que flaqueara el juego aéreo del Granada, ya que Adrián Ramos estaba firmando un trabajo tan excepcional como oscuro tanto en ataque como en defensa tocando casi todos los balones que volaban.

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