Stoichkov, el sustituto del gol que no dio la talla

Cuando se anunció el traspaso de Myrto Uzuni al Austin FC de la Major League Soccer estadounidense, el granadinismo se llevó las manos a la cabeza pensando en quién iba a ser la primera punta de lanza, porque Lucas Boyé no es ni será un gran goleador, sino un jugador con otras cualidades además de los tantos.

Cuando el club anunció el fichaje de Juan Diego Molina, Stoichkov para todo el mundo, la afición se llevó una alegría al ver que un jugador reputado y con experiencia sustituiría al albanés. Sin embargo, la cosa no ha salido como se esperaba y el gaditano no ha podido demostrar la calidad de su fútbol ni aportar más que un solitario gol.

Tras un prometedor debut de unos minutos ante el Sporting de Gijón, aprovechó su primera titularidad en Elda y marcó un auténtico golazo para abrir el marcador en el minuto 42. Recibió en la banda y se sacó un disparo directo a la escuadra adelantando a los rojiblancos. Sin embargo, ese ha sido el único tanto que ha marcado con la camiseta del Granada. No será por oprtunidades, porque en este segundo tramo del curso tras el mercado invernal disputó catorce encuentros, ocho de ellos como titular. Su primer parón fue tras ser expulsado en el descuento en el famoso empate a dos contra el Real Zaragoza. Le dijo algo al colegiado, y el línea le dijo a este que lo expulsara aun estando ya en el banquillo.

En definitiva, el paso de Stoichkov por el Granada ha dejado más dudas que certezas. Aunque su llegada generó ilusión y expectativas por lo que podía aportar en una plantilla necesitada de gol y liderazgo ofensivo, lo cierto es que su rendimiento ha estado lejos del nivel que mostró en otras etapas de su carrera. Su único destello de calidad en Elda fue solo eso, un destello aislado que no encontró continuidad ni impacto real en el devenir del equipo.

Ahora, con el curso finalizado y el equipo asimilando el golpe de la permanencia en Segunda División un año más, toca hacer balance y tomar decisiones. En ese análisis, el caso de Stoichkov se presenta como uno de los símbolos de una planificación que no terminó de carburar. El gaditano tiene una nueva oportunidad el curso próximo.