Antoñín tendrá señalado para siempre el choque ante el Leganés, pues el delantero gozó de su primera titularidad en la máxima categoría del fútbol español. El partido no fue ni mucho menos el soñado para el futbolista, que fue sustituido tras el descanso. El ariete puso energía, pero no consiguió tener protagonismo en ataque debido a su escaso trato con el balón.

El ex del Málaga partió en la punta del once junto a Roberto Soldado. Apenas entró en contacto con el cuero en los primeros compases del choque, aunque si ayudó en defensa. El jugador trató de buscar alternativas como la caída a banda, pues la defensa pepinera realizó un buen marcaje sobre el y Soldado.

En el intervalo del primer acto tuvo la oportunidad de presentarse ante Cuéllar tras cazar un balón suelto, pero un mal control le hizo perder su ventaja. El ‘18’ rojiblanco terminó la acción viendo la tarjeta amarilla por fingir una caída.

Tras la pausa por hidratación, Antoñín recibió un fuerte golpe de Omeruo en un salto aéreo, pero el colegiado ni amonestó al defensor ni señaló la falta, pues aplicó la ley de la ventaja. Poco después, el atacante realizó una buena peinada, pero la segunda jugada no acarreó peligro. En una de las últimas acciones del primer tiempo buscó asociarse con Soldado y Puertas en banda derecha tras retener con empeño la posesión, pero la acumulación de defensores blanquiazules liquidó cualquier opción.

El desenlace de la primera mitad fue el final del partido de Antoñín. Carlos Fernández relevó al ex del Málaga para el inicio de los segundos 45 minutos. El delantero andaluz no pudo marcharse contento tras una actuación gris sin la oportunidad de poder estrenar su casillero de goles con el Granada. El camino del jugador pasa por seguir aprendiendo en el tramo final de campaña.