Como hay que tocar entre poco y nada lo que funciona, el entrenador del Granada CF, Diego Martínez, formó ante el Real Zaragoza con el mismo equipo base de las últimas jornadas.
La única novedad respecto al pasado fin de semana contra el Rayo Majadahonda fue el regreso al lateral zurdo de Adri Castellano en lugar del lesionado Quini, configurando la misma alineación que hace dos jornadas frente al Córdoba, cuando el cordobés estaba sancionado.
Ya está disponible Adrián Ramos pero el hecho de que el colombiano haya estado casi un mes lesionado y el buen papel firmado por Rodri en el pasado partido llevó al preparador a mantener la confianza en el ex de la Cultural Leonesa, con el colombiano esperando su oportunidad en el banquillo.
Ni que decir tiene que el técnico repitió el dibujo 1-4-2-3-1 que tan buen resultado le está dando esta campaña, con Vadillo, Fede Vico y Dani Ojeda como línea de media puntas ya asentada.
La pizarra
La mala racha del Zaragoza, los pinchazos de varios de los rivales directos del Granada y el sensacional ambiente registrado en Los Cármenes para el encuentro auguraban un duelo clave para dar un nuevo manotazo en la mesa, asentarse en zona de ascenso directo y ampliar diferencias con muchos de los perseguidores.
No comenzó mal el asunto, ya que los nazaríes marcaron a los cuatro minutos en una acción a balón parado marca de la casa. Otra asistencia de Vadillo y otra vez la pizarra del técnico dando resultado.
Al ritmo de Montoro
El mazazo no afectó a un cuadro maño que puso en apuros al Granada con bastante posesión de balón, buenas subidas de sus laterales y con Igbekeme y Pombo moviendo a los suyos desde la medular.
El equipo rojiblanco se ajustó cada vez mejor con el paso de los minutos, sobre todo tapando a un activo Pombo, y fue capaz de salir con peligro a la contra. Montoro fue, un día más, el que movió a los suyos en ataque, con bastante movilidad y participación también entre líneas de Fede Vico y Dani Ojeda.
Muchas subidas
Los continuos envíos en largo sobre Víctor Díaz, que casi siempre creaba superioridad en la derecha con Dani Ojeda o con Vadillo, que cambiaron varias veces su posición, contrastó con un Adri Castellano que prefirió guardar la ropa en defensa antes que exponerse más de la cuenta de mitad de campo hacia arriba pero que completó otra buena actuación.
A defender
La segunda parte comenzó con un control casi total del Zaragoza, lo que provocó que Martínez tardara muy poco en mover su banquillo.
Entró Azeez por Vadillo, lo que llevó al equipo a mantener su dibujo pero con Fede Vico tirado a una banda y el nigeriano dando oxígeno en la medular, por delante de los infatigables San Emeterio y Montoro.
Sin variaciones
Por segundo encuentro consecutivo no varió el Granada su dibujo de principio a fin, ya que las dos siguientes sustituciones fueron de jugador por jugador.
Adrián Ramos entró por un fatigado y desacertado Rodri para tratar de tener más llegada y, sobre todo, más balón, aguantando el esférico en las salidas del equipo. Ayudó en las contras bien llevadas pero mal cerradas que montó el equipo.
Último cambio
El tercer relevo fue Antonio Puertas por Dani Ojeda. Esta vez no marcó el almeriense pero sí que ayudó mucho con el balón en los instantes finales del duelo, cuando la mejor manera de defenderse era teniendo lo máximo posible la posesión del esférico.
Jugador número doce
La insistencia de la plantilla de que la grada también compitiera el partido se llevó a cabo. Pese a defender más que atacar, la afición se volcó con los suyos, a los que volvió a despedir con el "orgullosos de nuestros jugadores".
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