Por tercera vez consecutiva –y ya son tres en tres encuentros–, Yangel ocupó un puesto en el once titular del Granada. El todocampista venezolano volvió a demostrar por qué es imprescindible para Diego Martínez al cuajar una completa hora de juego en la que alternó labores de construcción, recuperación y llegadas a área rival.

Es el primer partido oficial en el que el de La Guaira se marcha del terreno de juego sin anotar gol. Lo hizo ante Athletic y Teuta.

Ida y vuelta

Pese a su constante presencia sobre el césped, le costó entrar en el partido en la primera parte. Jugó cómodo los primeros quince minutos con resultado a favor y comenzó su particular cruzada con el centro del campo vitoriano tras el empate de Joselu. La divisoria de los dos campos, plagada de futbolistas en pocos metros, desencadenó un atropellado juego en el medio y el descuelgue del venezolano a zonas de principio y fin de jugada.

Apareció tanto para sacar el esférico cuando el Alavés presionaba con cuatro jugadores como para robar posesiones a los de Pablo Machín y finalizar acciones en área rival. Acompañó a Maxime Gonalons en la presión y, con el paso de los minutos, acabó, como de costumbre, reinando sobre el verde del Nuevo Los Cármenes. Estuvo a punto de marcar el 2-1 con un cabezazo que se fue ligeramente desviado en un saque de esquina que botó, al área pequeña, Luis Milla.

Reposo

Como probablemente tenía acordado con Diego Martínez, disputó poco más de una hora de partido (63 minutos). Entró en su lugar Ángel Montoro, que aportó más balón en detrimento de la regularidad en llegadas desde segunda línea. El venezolano, que acumulaba demasiados minutos desde la vuelta a la competición, descansó media hora de cara al vital partido del próximo jueves frente al Lokomotivi Tbilisi (20:00 horas).