¿Eres parte de los votantes indecisos? No pasa nada, después de 'Vota Juan' es posible que jamás vuelvas a querer acudir a las urnas. Y es que el humor no tiene por qué poner una distancia entre realidad y ficción, esta serie es un buen ejemplo de ello.

Las exageradas situaciones que vive el personaje de Javier Cámara están a la altura de algunos escándalos recientes en la política española como el error en la votación de la nueva reforma laboral en el Congreso por parte de un ministro del PP, pero con esta serie podemos vivirlos desde el punto de vista de los protagonistas.

'Vota Juan', el origen

Actualmente la serie alcanza tres temporadas de duración, 'Vota', 'Venga' y 'Vamos Juan', centrándose esta primera en el origen del personaje, una suerte de casualidades que hacen que pase de la irrelevancia absoluta a un escenario que nunca habría imaginado. 

La serie creada por Juan Cavestany y Diego San José cuenta la historia de Juan Carrasco, un Ministro de agricultura inconsciente de su irrelevancia que, después de una serie de casualidades políticas que despiertan su ambición, decide presentarse a las primarias de su partido para optar a la candidatura a la Presidencia del Gobierno.

Zancadillas, recelos y crisis personales dificultan la tarea de Juan, que se rodea de su jefa de prensa, su jefa de gabinete y su asesor personal. Los problemas familiares se suman a el cóctel perfecto que lleva a Juan a intentar liderar su partido, ¿Conseguirá llegar a La Moncloa?

Juan con su equipo

El humor como máscara

Juan es un personaje que proyecta tan sólo sentimientos negativos hacia su persona cuando se relaciona con los demás. Constantemente infravalorado debido a su puesto como Ministro de Cultura, el político logroñés es usado por su partido, aunque su irrelevancia política no se debe a eso: Las zancadillas se las pone él sólo.

Hablamos de un personaje inculto que además descuida constantemente a su familia, una suerte de clichés de la vieja política que no esconde en ningún momento los defectos de su protagonista, asumiendo el peligro de que esto cause en el espectador un rechazo inmediato, posible problema solventado con las constantes meteduras de pata que se disfrutan desde la distancia.

La virtud de la serie reside en el equilibrio, un visionado liviano que de primeras invita a pasarlo bien riéndote de los grotescos patinazos del personaje, pero que termina haciéndote sentir culpable cuando el bufón se sienta al borde de la cama con los ojos llorosos. Hablamos de una serie con una estructura narrativa, construcción de personajes y situaciones similar, por ejemplo, a 'Vergüenza', la serie de Movistar+ protagonizada por Javier Guitiérrez, otra creación de Juan Cavestany de obligado visionado para los fans del humor incómodo.

A lo largo de la serie y conforme avanzan los capítulos se hace más común que nuestro protagonista sufra varios momentos de soledad en los que se sabe superado por las circunstancias, a la vez que perdido y desorientado a pesar del constante asesoramiento de sus compañeros. Irónicamente son estos momentos los que hacen que terminemos empatizando con el personaje aún cuando sabemos todo lo malo sobre su persona, algo así como votar al político de turno que simplemente nos parece la opción menos mala, pero a nivel emocional.

Si bien es cierto que los primeros episodios se sienten un tanto desorientados, tan pronto como comienzan a sucederse situaciones a priori surrealistas, el espectador comienza a ver comunes denominadores con la realidad y a desgranar la intríngulis de Juan y su equipo. 

Maratón de fin de semana

La primera temporada está conformada de tan sólo ocho episodios de menos de media hora. Es decir, en total, su primera temporada no alcanza las cuatro horas totales de visionado.

Como si de votar con una papeleta al Congreso y otra al Senado se tratase, 'Vota Juan' puede consumirse en dos visionados escuetos que, a diferencia de la participación puntual que todos tenemos en la política, no decepciona.