Continúan las respuestas del mundo del cine y del entretenimiento a Rusia por la invasión de Ucrania: Netflix paralizará todas las producciones que estaba desarrollando hasta ahora en el país.

Uno de los proyectos más atractivos que la plataforma estaba desarrollando es la serie 'Anna K', basada en la novela Anna Karenina, de Leo Tolstói, y Zato, una producción ambientada en la caída de la Unión Soviética. Además de tres proyectos más que se estaban desarrollando en suelo ruso. La revista Variety ha recogido el parecer de fuentes internas de Netflix, que han tomado la decisión teniendo en cuenta la evaluación del "impacto de los eventos actuales".

Netflix también se ha opuesto a algunas de las condiciones que el país impone para la emisión de contenidos el país. Y es que la plataforma se niega a cumplir con la nueva ley audiovisual de Rusia. A partir del 1 de marzo, el país impone a Netflix y otras plataformas de streaming la obligatoriedad de emitir contenidos de medios afiliados al Kremlin, como los producidos por Channel One, el canal de la Iglesia Ortodoxa o la cadena de entretenimiento NTV.

"Dada la invasión no provocada de Ucrania y la trágica crisis humanitaria, estamos suspendiendo el estreno en cines de películas en Rusia, incluida la próxima 'Alerta roja' de Pixar", anunciaba Universal ante los movimientos que estaban realizando el resto de compañías en un gesto de sensibilidad ante el conflicto.

Netflix une así al boicot de las grandes compañías del mundo del cine. The Walt Disney Company, Warner Bros. y Sony fueron las primeras compañías en anunciar que dejarían de estrenar nueva películas en el país gobernado por Putin, y en último lugar fue Universal Pictures se une al boicot: "En respuesta a la actual crisis humanitaria en Ucrania, Universal Pictures ha pausado los estrenos que estaban planeados en Rusia".