Pepe Mel ha vuelto al fútbol español. Después de ser destituido por el Málaga CF cuando peleaba por la salvación se marchó a Grecia, al OFI Creta. Un Almería ya prácticamente desahuciado recurrió al madrileño como solución extrema en sus últimas jornadas en Primera. En su primer duelo ganó el primer partido de la temporada para el Almería siendo su tercer entrenador. En una entrevista en El Desmarque, Mel rememoraba su etapa en Málaga, que no fue lo buena que él esperaba. En su momento ya se había pensado en él para comenzar un proyecto, el verano anterior, pero tras la destitución de Guede se recurrió con el tren en marcha. Estaba a cuatro puntos de la salvación cuando se marchó.

"Sigo los partidos del club con mucho interés. Solo puedo hablar bien de Málaga y de la afición", decía, aunque Mel piensa que podía haber logrado revertir la situación para mantenerse en el fútbol profesional y no caer a Primera RFEF, de donde ahora intenta salir su equipo. "Tengo esa espina clavada, ya que creo que podría haber conseguido la salvación. Quedaban 18 partidos por delante para haber podido salir de eso. Los clubes toman sus decisiones y hay que aceptarlas", apuntó.

"Estoy seguro de que Málaga va a tener un equipo en el fútbol profesional prontísimo. Tiene un buen técnico, equipo, afición y estadio. Junto con el Dépor, son los máximos favoritos a ascender", explicó. Pepe Mel, que entrenó a los dos equipos, también mostró sus preferencias por el Castellón, equipo en el que jugó en su etapa sobre el césped. 

Con los jóvenes en Almería

En su afán por ver de primera mano las evoluciones de los chavales del filial Pepe Mel citó esta semana de parón internacional a nada menos que siete efectivos para completar el trabajo, casos de los habituales Marcos Peña y Paco Sanz, a quienes se unieron Álex, Peñalver, Ballestero, Cantón y Loren. En el Málaga alumbró la salida de Cristian Gutiérrez.