Kevin Johansen | Músico

“Venimos de mezclas y así nos vamos formando”

  • El día 11 cerrará Kevin Johansen en Sevilla la gira española iniciada el 1 en Barcelona, en la que ha estado presentando ‘Tú ve’ el último de sus discos

Kevin Johansen

Kevin Johansen / Andy Cherniavsky

Kevin Johansen nació en Alaska en 1964 y durante sus primeros 25 años fue residiendo temporalmente en otros estados y ciudades americanas, tanto del norte como del sur: Colorado, Arizona, California, Buenos Aires, Montevideo, hasta establecerse durante toda la década de los 90 en Nueva York y con el nuevo siglo volver a la capital argentina, donde aún continúa. Fue en la Gran Manzana, donde el CBGB le abrió sus puertas y comenzó a madurar como músico y cantante, fructificando toda la herencia yanki y latina que había ido atesorando en una gran carrera artística, cimentada sobre once discos y constantes conciertos en los escenarios de todo el mundo. El próximo día 11 cierra en la sala Custom de nuestra ciudad la gira española que comenzó el día 1 en Barcelona, en la que está presentando su último disco, Tú ve, por lo que hemos podido entrevistarle.

-Leyendo sus antecedentes y los lugares donde ha vivido y trabajado no pude por menos que recordar aquella canción de Facundo Cabral: “No soy de aquí, ni soy de allá, no tengo edad, ni porvenir, y ser feliz es mi color de identidad…” Se le puede aplicar a usted perfectamente, si acaso excepto en lo de no tener porvenir, ¿no cree?

-Parafraseando a Cabral, yo lo positivizo; digo en realidad que soy de aquí y soy de allá. De algún modo todos somos de muchas partes, tenemos una tía abuela o un bisabuelo de un lado y de otro y así nos vamos formando, provenimos de mezclas. En el disco de The nada dije mixture is the future, la mezcla es el futuro, pero también podría haber dicho justamente que la mezcla es nuestro pasado, venimos de mezclas; lo de la raza pura ya sabemos quién lo decía.

-¿Y cuál es su color de su identidad?

-La verdad es que mi identidad se podría decir que es americana de cabo a rabo por lo de nacer en Alaska de madre argentina, lo cual me hace casi ser literalmente bipolar también; pero por parte de madre, a pesar de este nombre y apellido guiris que despistan, lo tengo todo ibérico: tengo apellidos como Calvente, Onia, Ojeda, Gutiérrez; tengo una bisabuela que era gallega y un bisabuelo catalán, que dice la leyenda familiar que se llevaban bastante a patadas, pero más allá de eso, tengo mucho del norte de Iberia, de un pueblito del norte llamado Onia, que da el apellido familiar, y familiares que aún viven en Bilbao, como mi prima segunda, Ana; todavía tengo mucha parentela por ahí.

-En la gira está presentando el disco Tú ve, el último de los suyos, que con las versiones y las canciones antiguas revisitadas que tiene parece una retrospectiva que cierra una etapa. ¿Es así? ¿Y no le apetecía mejor sacar una buena obra inédita?

-Lo de las versiones y las canciones antiguas revisitadas es una mirada a canciones que me atravesaron; apenas un manojo de canciones que me traspasaron. Y lo cierto es que la obra inédita la tengo desde la pandemia. Simplemente no la saqué aún, pero pienso hacerlo este año venidero.

-¿Empezará usted, entonces, en 2023 otra etapa de creación?

-Estamos en eso justamente; son canciones que han quedado y uno le va dando un poco de tiempo para que vayan macerándose. Están ahí por salir y ver la luz en este año.

"En Sevilla estaré en formato de trío junto a Pablo Bonilla, que dispara pistas y también ha armado percusiones, y Paco Leiva, un joven guitarrista muy talentoso"

-Su creación musical de siempre, y lo hemos visto acentuado en este disco de Tú ve, ha estado marcada por la mezcla; usted mismo se ha definido en ocasiones como un yanqui-sudaca, como un des-generado, que ha encontrado puntos comunes entre los géneros y entre las culturas; que cruza sin miedo el puente entre el folklore y el pop-rock.

-La mezcla es un poco ese cruce de culturas y lo que tengo que proviene de mí, de ahí títulos como Sur o no sur; pero también está City zen, que es como encontrar el zen en la ciudad, porque he vivido en grandes urbes como Buenos Aires o New York. Más allá de lo que suelo decir respecto a ser un des-generado, lo soy en un punto, pero también soy muy talibán de la estructura de las canciones, de romper con ella, de no caer en el típico coro-estrofa-coro-estribillo-puente-coro de vuelta; trato de ir variando.

-¿Cambia usted los repertorios según que el público al que se dirija sea yanki o latino?

-Depende; es probable que vaya a hacer una gira por Estados Unidos en mayo y ahí me voy a dirigir a un público seguramente bilingüe y a muchos yankis que no hablan castellano, así que lo iré haciendo en inglés y en castellano, que para mí son un solo idioma.

-¿Qué nos vamos a encontrar en Sevilla? Hábleme del repertorio, de la banda que lo acompañará, de si estrenará o dará rodaje a algunas canciones nuevas de las que está preparando.

-En Sevilla estaré presentando el Tú ve junto a Pablo Bonilla, que dispara pistas y también ha armado percusiones, y Paco Leiva, un joven guitarrista muy talentoso, así que estoy bien acompañado en formato trío. El repertorio va a ser el del disco, pero por supuesto que vamos a hacer también clásicos y otras canciones, de las que si me olvido alguna el público me las puede recordar; el show no será de una gran formalidad. El concierto creo que tendrá las tres patas que para mí son necesarias, que son despertar alguna emoción, alguna reflexión y que muevan la patita y quieran bailar en algún momento.

-Usted no solo pasa de un estilo a otro, e incluso de un idioma a otro y, aunque yo soy de los que piensan que hacer una versión de otro artista igual que la hacía él no tiene sentido alguno, usted va más allá y les da la vuelta como un calcetín y una canción de synth pop de Erasure la convierte en algo intimista, mientras que una canción intimista de Leonard Cohen la transforma en una pieza que es incluso bailable, con ese ritmo de candombe… hábleme de esa forma de desarrollar la música ajena y de ese espíritu aparentemente contradictorio.

-Cuando uno reversiona algo, y sobre todo temas tan clásicos como los que hay en el disco Tú ve, junto a otros menos conocidos, creo que la responsabilidad es justamente ponerles tu propia impronta, transformarlas, ponerle otra ropa, otro estilo; así se demuestra muchas veces que la canción es imbatible a nivel de estructura justamente por eso, porque uno la puede convertir en una rumbita o un tema folk, o country. Por eso lo de Erasure es más tranquilito. La versión candombe de Cohen vino porque Jorge Drexler, que participó en la grabación, la venía variando un poquito en ese ritmo y se percató de ello Juan Camprodónico -el productor del disco-, otro uruguayo como Drexler, por eso Suzanne es un candombe tan de su tierra. Lo que sí creo es que hay que manejarse con mucha libertad, es una responsabilidad diferente; hay que apropiarse de las canciones y creo que la apropiación cultural la inventé yo (risas).

Kevin Johansen Kevin Johansen

Kevin Johansen / Andy Cherniavsky

-¿Es usted más el punky que cantó en el CBGB o el folklorista que recupera canciones de protesta? Aunque bien mirado, tanto uno como el otro son personas antisistema…

-El CBGB me dio una gran libertad, una casa a una edad muy importante, porque tenía veintiséis años y el dueño, Hilly Kristal, me descubrió cuando aprobaron una demo mía de Porta Estudio, en cassette, que les había entregado; me vio tocar y me dijo que su local era mi casa, que le gustaba y podía grabar y tocar ahí. Fue muy importante para mí en una edad en la que tenía muchas dudas. Yo sabía que era compositor de canciones; cancionista, como me gusta decir a mí. De algún modo la protesta y la crítica social están arraigadas en mi generación, pero al mismo tiempo no quería caer en la demagogia innecesaria. Quería cantar sobre nuevas libertades a conseguir, como cuando canté frente al congreso en Argentina por el matrimonio igualitario. No se canta ya solo por la Libertad -así, en mayúsculas-, como hace cuarenta o cincuenta años hacían Silvio Rodríguez o el gran Víctor Jara, que gracias a ellos encontramos nuevas libertades por las cuáles cantar.

-Otra cosa que le caracteriza a usted es la forma en que dice cosas muy profundas utilizando el humor. ¿La pandemia le ha quitado parte del humor? Muchísimos artistas han sacado discos nuevos en estos últimos meses y han dicho que son el resultado de los sentimientos a flor de piel que han tenido mientras estaban encerrados. Todos han estado dándole muchas vueltas a los mismos conceptos; pero usted en vez de sacar un disco nuevo ha sacado uno con material antiguo.

-Sí, lo del humor me parece que es una faceta más; reírse y llorar es el teatro griego. Me gustan ambas cosas y me parece que a todos nos salen naturalmente y siempre están presentes en mi música. Quizás lo que transmite la pandemia es profundizar un poco en esa cuestión: ¿qué es lo que quiero o necesito decir en este momento?, pero eso no hace variar que la ironía y el humor sean un burka bajo el que cada uno puede decir las verdades más terribles de otro modo. En esa dirección irá el disco venidero de temas propios que voy a editar.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios