Antonio Francisco tenía 47 años cuando fue apuñalado en el corazón por el hijo de su pareja, que estaba acompañado por su padre, en el portal del edificio en el que vivían, en Marbella. Salió del lugar a pie y anduvo unos 50 metros. Después, cayó desplomado y falleció. Aunque el joven declaró durante el juicio que "fue un arrebato por miedo" y su intención no era matarle, un jurado popular -por unanimidad- lo ha declarado este viernes culpable de un delito de asesinato. 

Para los miembros del tribunal del jurado también ha quedado probado que el padre del joven y exmarido de la pareja de la víctima mortal fue "cooperador necesario" en la comisión del crimen debido a la mala relación que existía entre ellos. De hecho la pareja, que vivió durante un tiempo en el mismo edificio que los procesados, se había mudado hacía dos semanas a Ojén por este motivo, tal y como ha mantenido la acusación particular, ejercida por la letrada Lourdes Alvarez Laube, de Triuve Abogados.

Los hechos tuvieron lugar el 15 de junio de 2022. Poco antes de las 14:00, el Servicio de Emergencias 112 recibía la llamada de un testigo alertando de la presencia de un hombre inmóvil con una herida sangrante en el pecho, en la calle Matrona Asunción Alameda, en la barriada de Miraflores. Minutos antes, había sido agredido en la entrada del bloque en el que residía la madre de su pareja -domicilio en el que la pareja también había estado viviendo hasta hacía dos semanas, cuando se mudó a Ojén- y el ex marido de la mujer con su hijo. 

La Fiscalía, en su escrito de acusación, sostiene que los procesados aquel día "salieron de su domicilio con un cuchillo de cocina con la intención de acabar con la vida" de Antonio Francisco y que lo"abordaron" cuando salía del portal del edificio "y, conforme al plan que previamente habían establecido", el padre dio un empujón al hombre, "logrando que perdiera el equilibrio para, inmediatamente y de forma sorpresiva, apuñalarlo el hijo en el pecho".

El hombre "no pudo defenderse", considera la fiscal, quien indica que dicha agresión ocasionó en la víctima una herida inciso punzante profunda en el hemitorax izquierdo, ocasionando una hemorragia desde el corazón que le ocasionó la muerte tras un período de tiempo en el que pudo andar unos 50 metros hasta desplomarse.

Así, el ministerio público pide para cada uno de los declarados culpables la pena de 17 años de prisión. Además, solicita que indemnicen a cuatro familiares del fallecido con 20.000 euros a cada uno por los daños morales tras la muerte.