Dymka es una gata que vive en una pequeña localidad de Siberia (Rusia) llamada Novosibirsk y que hace unos años fue víctima del frío azotador que vive el país durante la época de invierno. La gatita estaba muriéndose al estar en fase de congelación cuando una mujer la encontró y la llevó urgentemente al veterinario. 

Allí le dijeron que la única manera de sobrevivir era amputarle sus 4 extremidades, por lo que la mujer tomó la decisión de que el veterinario hiciera su trabajo amputándole las cuatro patitas. En junio de 2019, le insertaron sus nuevas patitas en dos etapas distintas, pero la operación fue más complicada de lo que imaginaban y la gata estuvo varios meses ingresada mientras comprobaban si su cuerpo rechazaba las prótesis. 

Fueron los profesionales de la clínica donde Dymka fue atendida lo que se pusieron manos a la obra junto a los investigadores de la TPU (Universidad Politécnica de Tomsk) para diseñarle a la felina de 4 años, unas prótesis de titanio que le permitieran volver a llevar una vida normal.

A día de hoy, Dymka puede estirarse, caminar e incluso jugar, habiendo recuperado así la movilidad casi al completo gracias a las prótesis de titanio que también cuentan con una parte externa que era más flexible y adaptable. Estaba impresa con tecnología 3D y a partir de un material patentado por la clínica. 

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Gracias al avance de la tecnología y a la disposición de veterinarios de gran corazón, pudo volver a caminar nuevamente.

Otros gatos también han sufrido las fuertes nevadas de invierno 

Decenas de gatos y otros animales también han presentado casos de congelamiento en las ciudades de Siberia. El congelamiento se da cuando los fríos extremos de invierno congelan la piel y los tejidos internos, generalmente de las extremidades, provocando en ocasiones, la muerte de dichos tejidos, y obligando a suamputación para salvar la vida.