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El pulso por una negociación incierta centra la crisis de las pensiones en Francia

Manifestación contra la reforma de las pensiones en Francia.

Manifestación contra la reforma de las pensiones en Francia. / Ahmed Hari (EP)

El pulso por una negociación incierta a comienzos de la semana próxima entre los sindicatos y el Gobierno se ha convertido en el centro de interés en la crisis por la reforma de las pensiones en Francia, con la vista puesta en el dictamen del Consejo Constitucional, que se conocerá el 14 de abril.

En el centro del debate ha estado la invitación enviada a las centrales obreras por la primera ministra, Élisabeth Borne, para una cita voluntariamente indefinida que podría ser el lunes, pero también el martes o el miércoles y para la que no se ha fijado ningún orden del día.

Borne lanzó esa convocatoria en un correo electrónico el martes por la tarde cuando los líderes sindicales estaban todavía participando en su décima jornada de movilización contra la reforma, que sacó a la calle a menos gente que en la anterior, el jueves de la semana pasada, y que al mismo tiempo terminó con muchos menos altercados y escenas de violencia.

El secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT, primera central del país), Laurent Berger, afirmó este miércoles que acudirá a la cita, como sus colegas de los otros sindicatos, pero advirtiendo de que será para hablar de la reforma.

"¿De qué vamos a hablar si no?", señaló en una entrevista a la emisora France Info en la que insistió en que tiene intención de explicar "por qué esta reforma es un callejón sin salida" y que hay que dejar en suspenso el retraso de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años, la parte que genera más rechazo.

Berger avisó de que en caso de que no pudieran abordar esas cuestiones, se irán.

El gabinete de Borne, que espera utilizar ese encuentro como un asidero para intentar salir del agujero, para no contrariar antes de tiempo a sus invitados y garantizarse la imagen de los representantes de los trabajadores en torno a su mesa, hizo saber que no habrá una limitación en los temas abordados.

La reforma no se suspenderá

Pero tanto el ministro de Relaciones con el Parlamento, Franck Riester, como el de Transportes, Clément Beaune, reiteraron lo que ya había subrayado la víspera el portavoz del Ejecutivo, Olivier Véran: no habrá ni suspensión ni vuelta atrás con la ley de las pensiones, que está formalmente adoptada y que está ya sólo a la espera del dictamen del Consejo Constitucional.

Precisamente, el órgano de interpretación de la Carta Magna indicó en un comunicado que el 14 de abril se pronunciará tanto sobre los recursos que ha recibido para evaluar la constitucionalidad de esa ley, como sobre la demanda de parlamentarios de la oposición para que se organice un referéndum sobre las pensiones.

Esas demandas las plantearon la misma primera ministra, para garantizarse un examen rápido, y la oposición, que cuestiona tanto diferentes elementos del contenido de la ley como algunos mecanismos a los que recurrió el Gobierno para acelerar el procedimiento.

Eso incluye la utilización del artículo 49.3 de la Constitución que permitió al Ejecutivo aprobar el texto saltándose el voto de la Asamblea Nacional, donde no tenía mayoría suficiente, y que provocó una reacción virulenta que degeneró en algunos casos en disturbios.

Propagación de los disturbios

Altercados que, además, no se limitaron en los últimos días a las protestas por las pensiones, sino que también se produjeron el sábado en una concentración no autorizada de miles de personas contra un proyecto de embalses para riego en la localidad de Sainte Soline, que se saldó con decenas de heridos tanto entre los manifestantes como entre las fuerzas del orden.

Las familias de dos de esos manifestantes, que se encuentran desde entonces en coma, han presentado sendas denuncias por tentativa de asesinato en medio de una polémica sobre un uso desproporcionado de la fuerza por parte de la Policía.

Después del esperado encuentro entre sindicatos y Gobierno y antes de que el Constitucional se pronuncie, los sindicatos han convocado una nueva jornada de huelgas y manifestaciones el jueves 6 de abril, en vísperas del comienzo de las vacaciones escolares de primavera que pueden marcar una tregua o quizás el fin del conflicto.

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