Beta cierra sus librerías en las calles San Pablo y Eduardo Dato

Un cartel en el escaparate, ya casi completamente vacío, lo advertía a clientes y curiosos: "El personal de esta librería quiere agradecer a todos los clientes y a los vecinos de la zona la confianza depositada en nosotros durante estos cinco años. Ha sido un placer atenderles y compartir lecturas. Hasta pronto". Así se despedía la librería Beta San Pablo, en la calle del mismo nombre, en el centro de Sevilla, que acaba de cerrar sus puertas junto con otro establecimiento de la cadena sevillana, éste más veterano: el de la calle Eduardo Dato.

Estos cierres se suman al que vivió a comienzos del año pasado la empresa sevillana, fundada en 1975, con la clausura de Beta Imperial, en el antiguo Teatro Imperial de la calle Sierpes, un local que hasta entonces, y durante una década (abrió en 2004), ejerció de buque insignia de una cadena que con los años se fue expandiendo desde Sevilla a otras ciudades andaluzas, Córdoba, Huelva, Jerez de la Frontera, Algeciras y Los Barrios. Ese cierre, o "traslado" como lo llamó la empresa, no supuso sin embargo una pérdida de presencia en la ciudad, pues poco después, en la misma calle, casi enfrente, la empresa abrió su última librería hasta la fecha: Beta Book Café, con el propósito, según explicó entonces la dirección de la cadena, de ofrecer a su clientela una experiencia más moderna y completa, en el que se incluye, en la línea seguida por muchos negocios del ramo en los últimos años, un servicio de cafetería.

Beta, única cadena andaluza en el sector de las librerías, seguirá manteniendo no obstante una posición de privilegio en el mapa librero de Sevilla a pesar del cierre en San Pablo y Eduardo Dato, con otros cinco establecimientos en Sevilla capital: el mencionado de la calle Sierpes y los más antiguos de República Argentina y Asunción, en Los Remedios, y Viapol y Luis Montoto, en la zona de Nervión.