No es nada habitual que un grupo que grabó su último trabajo de estudio hace 25 años vuelva a reunirse para trabajar en nuevas canciones. Eso es lo que ha sucedido con 091. La banda granadina de rock publica hoy La otra vida tras varios meses de trabajo previo. Diez temas firmados por José Ignacio Lapido donde el rock and roll, el folk norteamericano y las melodías pop se dan la mano. El conjunto estará hoy a las 19:00 firmando discos en el Corte Inglés del Arabial.

El grupo ha abierto el tarro de las viejas esencias, pero nada de instalarse en la comodidad de la nostalgia, nada de faenas de aliño. Según sus propias palabras, eran conscientes de que si volvían a grabar juntos tendrían que competir con su propia leyenda, y no podían fracasar. Sólo había un camino: grandes canciones. La misma receta de siempre: agitar ese cóctel compuesto de electricidad, melodía y una suerte de poesía del desencanto con arranques de humor y dudas existenciales.

Desde el contundente arranque de Vengo a terminar lo que empecé a la delicadeza de Una sombra. De la furia contenida de Condenado a las querencias folk-rock de Leerme el pensamiento. De la sinuosa y adictiva Naves que arden al himno potencial Por el camino que vamos o la desgarrada lírica de Mañanas de niebla en el corazón. La variedad de colores en la paleta de La otra vida y la solvencia con la que los Cero los combinan nos retrotrae a álbumes como Doce canciones sin piedad o Tormentas imaginarias, sus obras cumbres de los 80 y 90.

Posiblemente nada de esto habría sucedido sin la exitosa gira Maniobra de Resurrección de hace tres años, durante la cual los Cero giraron por festivales y abarrotaron salas de conciertos ante el pasmo de propios y extraños. José Ignacio Lapido, Tacho González, J. Antonio García, Víctor Lapido y Jacinto Ríos, la misma formación que se despidió en el 96, vuelven con La otra vida a situar a 091 en el lugar que siempre les perteneció: clásicos imperecederos del rock en español.

Muy atrás quedan sus años de travesías del desierto en los que cargaron sobre sus espaldas con las etiquetas de grupo de culto o grupo maldito. Ahora no tienen por qué justificarse. Han vuelto a lo grande, con las ideas muy claras y con el talento intacto.

El disco, grabado y mezclado en distintos estudios de Granada, ha sido producido por Frandol, cantante y guitarrista francés amigo del grupo desde los lejanos 80 que ha sabido modular todas las influencias clásicas de la banda con la obligada perspectiva contemporánea que la vuelta al estudio de grabación requería.

En el disco también han contado con la inestimable aportación de Raúl Bernal con los teclados, que ha dotado a estos temas que ahora se estrenan de nuevas y enriquecedoras sonoridades. La gira de presentación de La otra vida empezará en enero y los llevará por un buen número de ciudades. Será la oportunidad de comprobar de primera mano la genuina dimensión de las nuevas canciones en los escenarios. Habrá concierto en Granada, como ya adelantaron en una entrevista con este periódico, y lo anunciarán muy pronto: "Queremos elegir buena fecha y buen sitio".