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Acción Kipá

  • El artista granadino que se metió en un zulo como Ortega Lara realiza un recorrido por Granada ataviado con el gorro judío para denunciar el "racismo" soterrado

Lleva puesto un tejano clásico pero de corte estrecho. Una camisa blanca abotonada hasta el final que coloca debajo de una rebeca azul marino, con la que se resguarda del frío. No lleva abrigo, sólo una americana del mismo color que su rebeca tan ajustada como sus pantalones y que también prefiere abotonada. Completa su estilismo con unos guantes en piel de un rojo brillantísimo, que bien podrían ser reutilizados para otra acción artística y reivindicativa. Nadie debería girar la vista cuando él pasa, únicamente podría ser porque llama la atención su apariencia de joven moderno, de ojos pillos y que va pisando el asfalto con la seguridad de un niño bien. Pero el granadino Omar Jerez, el activista artístico, se distingue del resto de los viandantes porque va ataviado con una kipá. La kipá es el pequeño sombrerito en forma de cúpula que usan los judíos practicantes.

Acción kipá es la nueva performance del artista Omar Jerez, puesta en marcha entre las doce del mediodía y las dos de la tarde del pasado jueves, en la ciudad de Granada. Quiere pasear por las calles más céntricas para explicar que sigue existiendo un antisemitismo real entre ciertos sectores de la población. "No pretendo hacer una discriminación positiva hacia el pueblo de Israel, sólo será una demostración sociológica", insiste. "Soy judío y legitimo los dos estados, Israel y Palestina, pero si he de escoger, prefiero Israel por su apertura ideológica". Realiza su acción cuando reconoce que han aumentado en un sesenta y cinco por ciento el número de páginas webs que expresan un carácter antisemita, hecho que le preocupa. Y continúa: "Su contenido ideológico es extremo, la mayoría de ellas son de una tendencia izquierdista". Y se pregunta: "¿Por qué un ciudadano judío que vive en Francia, Inglaterra, o España es curioseado con estigma?", afirma para declarar a continuación que "la comunidad judía, por ejemplo, en nuestro país es invisible, cuando, sin embargo, los integrantes pueden contarse por miles".

"Pretendo dar visibilidad a mis ideas", revela y, por eso, el joven artista considera que su última acción no es una provocación sino "una exhibición de lo que realmente ocurre". "Voy a darme un paseo como un ciudadano corriente". Inicia el recorrido en la popular heladería de Puerta Real y avanza por diversas callejuelas que rondan las cercanías de Plaza Nueva. Camina solo, sin compañía, para verificar que sólo por llevar puesta una kipá en su cabeza, los comentarios y miradas recelosas se abren tras de sí.

Como judío practicante manifiesta que "el odio racial simple se ha extinguido, se ha retornado a un odio más ideológico o cultural", comenta mientras baja por la calle Mesones y se dirige hacia Plaza Bib-Rambla. "Hay que ver el auge de los partidos políticos de extrema derecha en buena parte de Europa, lamentablemente". Estas nuevas realidades sociales a las que califica de "alarmantes", sostiene Omar Jerez, vienen dadas por los fallos que albergan los planes gubernamentales de educación, así como las concepciones ideológicas que sobre determinados asuntos se heredan en los núcleos familiares. La prueba finaliza en una de las céntricas sedes de la Universidad de Granada donde el artista comprueba que las miradas de exclusión son nulas, y se alegra. Con Acción Kipá el artista ha promovido otra de sus ocurrencias en las que pretende poner de relieve los tabús que pesan sobre la sociedad occidental contemporánea.

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