"Ahora somos más sabios. Nuestra rabia está dirigida y es inteligente"

-¿Qué pasó en aquel concierto en la Sala La Telonera para que TNT decidiera volver?

-No pasó nada, en realidad. El grupo comenzó a funcionar a finales de 1981 y comienzos de 1982. Nosotros apenas teníamos 20 o 21 años y sonábamos muy bien. Siempre fuimos muy intuitivos y éramos conscientes de que tocábamos con mucha fuerza, con mucho estilo y lo notamos en el primer concierto que dimos. Luego el grupo se desmembró sin que ninguno de nosotros lo quisiese, pero en cuanto volvimos a reunirnos en 1985, en 1990, en 1997, la reacción del público siempre era la misma. En 1997 yo me di cuenta de que la banda tenía "algo", no sabemos qué. Pero que es muy electrizante. Y eso nos encanta. Y ya no tanto por la reacción de la gente, sino por la manera en que nosotros nos ponemos a sonreír cuando tocamos juntos.

-Sigue teniendo algo de aquel Alex de 'La Naranja Mecánica'. ¿En qué han cambiado?

-En que somos más sabios, regresamos a un espíritu más violentamente adolescente y en que ya sabemos cómo funcionan las cosas. Cuando comenzábamos, teníamos rabia contra los sistemas políticos, la dictadura, y demás. Contra la explotación de los bancos, el abuso de los ricos, el hecho de que unos ganaran mucho y otros viviesen de la miseria. Sentíamos rabia contra el sistema, pero sin saber qué atacar. Ahora sí sabemos como hacerlo. Nuestra rabia está dirigida y es inteligente. Éramos adolescentes y nos rebelábamos sin saber. Ahora sabemos contra qué rebelarnos.

-Lanzan 'Manifiesto XXI' con un single mezcla de dos temas fundamentales: 'Cucarachas' y 'Gilmore 77'. El Vaticano sigue siendo igual y hace poco un preso escogió morir fusilado en Utah...

-Sí. Manifiesto XXI es una revisión total del disco Manifiesto Guernika de 1983. Queremos demostrar cómo casi nada ha cambiado en 30 años. El fanatismo religioso sigue siendo el mismo, y no hablamos de religiosidad, que es una cosa personal de cada ser humano, sus creencias y demás, sino del uso político que se hace de la religión. La canción Cucarachas iba, en 1982, sobre cómo El Vaticano crea santos, mitos, dioses, supersticiones, para enriquecerse en Wall Street. Si Jesucristo volviese a nacer, volvería a ser crucificado no por los romanos ni por los judíos, sino por la jerarquía del Vaticano y con orden expresa del Papa de Roma con la orden: "A éste hay que crucificarlo el primero, o nos jode el negocio"... Respecto a la canción Gilmore 77, es un tema sobre la pena de muerte, sobre la angustia ante la pena de muerte, en contra de la pena de muerte pero yo me quedaría con una metáfora ordinaria: cuando alguien desde un banco te llama para decir que debes pagar cinco euros porque tienes la cuenta al descubierto, y te llaman todos los días desde todos los sitios para sangrarte, llega un momento en que estallas y chillas "¿Cuándo me vais a matar?... La canción no es sobre Gilmore, sino sobre la rabia ante un sistema aséptico, burocrático, miserable y canalla.

-Fueron pioneros del movimiento punk, ¿cómo ven ahora el panorama musical español? ¿les asusta volver?

-Nunca nos hemos considerado pioneros de nada. Hacíamos lo que sentíamos. No hay más. Hace unos días hablaba con Miguel Ríos y sí hay algo en lo que todos los músicos deberíamos ponernos de acuerdo: hacer una huelga general. No de un día, sino de meses. El oficio de músico ha sido pervertido por las multinacionales de la telefonía. Las compañías telefónicas han arramblado en el huerto de la creación musical como verdaderos piratas. A cambio de que firmes un contrato con tal compañía telefónica tienes un ADSL con tanta capacidad de megas. Y lo ofrecen a los consumidores así: si te vienes con nosotros, te puedes descargar diez millones de canciones, quince millones de películas y cuatro millones de libros gratis. Eso en cuestión de una década matará toda capacidad de creación. Matará todo deseo de ser creador.

-La prueba de fuego será esta noche en el Planta. Estarán bien acompañados por Antonio Arias. ¿Habrá más sorpresas?

-Sí. Una magnífica por parte de uno de los mejores guitarristas y músicos de este país, Quini Almendros. Tal vez el guitarrista con más estilo musical de toda España. Y es alguien a quien admiro un montón. Como a mi propio hermano, que creo que es el mejor compositor de música y autor de letras que existe. Él y Enrique Morente se montaron un disco como Omega.

-Una pregunta obligada es la próxima gira con el avance de 'Eclipse'. ¿Cómo va ese trabajo?

-Eclipse será recordado dentro de 50 años. Llevamos desde 1992 trabajando en ese proyecto. Es decir, 18 años. Si de ahí no sale algo, apaga y vámonos. Creo que será el origen de muchísimas cosas.

-Era imposible no acudir a Kubrick, a Bach, al hombre en la Luna...

-Kubrick, Nietzsche, Bach, Neil Armstrong... Son nuestras referencias... Kubrick decía que no se sorprendía por la violaciones, las guerras, las masacres, el odio... Se sorprendía imaginando a Beethoven componiendo la Novena Sinfonía. Yo también. Nosotros seguimos leyendo El Anticristo, de Nietzsche, como la primera vez . Con los ojos limpios, profundos y despiadados con que una persona aprende a saber la verdad de las cosas.