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Álex de la Iglesia, director al minuto

  • El cineasta participa hoy en la clausura de la Muestra de Cine Negro de Salobreña

Con permiso de Enrique Urbizu, cuya figura adquirió mayor relevancia en las últimas semanas tras su éxito en los Goya, Alex de la Iglesia es el gran reclamo de la Primera Muestra de Cine Negro en Español de Salobreña, y su presencia es sin dudas un gran espaldarazo para un evento que nace con vocación de consolidarse y crecer. Hoy será cuando el evento lo reciba y la organización le entregará una escultura conmemorativa como homenaje por su dedicación al cine, mientras que también será el encargado de entregar el premio del concurso Cine al Minuto, de cortos realizados con teléfonos móviles.

De la Iglesia justifica su presencia en esta muestra novel señalando que "todo lo que suponga promocionar el cine es un acierto. Hay que acercar el cine a la gente, y es un esfuerzo que espero merezca la pena". La proyección de esta tarde de su película Crimen Ferpecto, que podría encuadrarse en el género que aborda la muestra, es la excusa de la presencia del director bilbaíno en Salobreña, aunque en su opinión el filme no se ajusta a él estrictamente. "Es fantástico, es negro, es comedia", señala, y añade que "los géneros puros son complicados para mí. No me gusta la ortodoxia".

El cineasta no se considera partidario de los mensajes profundos en el cine, "incluso cuando el guión lo justifique". A ello antepone "un mensaje amable, o sencillamente pasar un buen rato. El mensaje más profundo sería el que te ayuda a vivir". El disparador de sus películas es normalmente "algo que está ahí desde hace mucho. Quiero pensar que es interesante contarlo, pero no de una manera trascendente, sino individual y práctica". Cree que "debe ser bueno para el espectador, debe necesariamente entretenerle, y secundariamente, interesarle. Y por supuesto, divertirle".

Se está convirtiendo en habitual que actores de Hollywood trabajen a las órdenes de cineastas españoles, y en el caso de Alex de la Iglesia lo ha hecho con Elijah Wood, John Hurt o Salma Hayek, entre otros. Según afirma, con ellos "se trabaja exactamente igual" que con los actores españoles, aunque matiza que "con condicionantes individuales, debido a sus características especificas". Y agrega que "alguien tonto, o pesado o brillante te cambia la metodología".

El director arriba a Salobreña recién llegado de Colombia, donde su película La chispa de la vida clausuró el Festival de Cine de Cartagena de Indias. Desde allí ponderó las facilidades que se conceden en algunos países de América Latina para rodar y hasta hizo un llamamiento a sus colegas españoles para que lo hagan. De hecho, durante su estancia en el país caribeño ha buscado localizaciones para una próxima producción de piratas. No obstante, la más inmediata será una comedia de terror, según explica, aunque asegura estar "trabajando en varias cosas a la vez, como hago siempre".

En cuanto a su reciente paso como presidente por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, de la Iglesia afirma que "fueron unos años magníficos. Conocí a gente muy interesante y tuve la oportunidad de ver el cine desde diferentes puntos de vista. Creo humildemente que hicimos un buen trabajo. Hablo en plural porque éramos un equipo. Mejoramos considerablemente la imagen de la institución, abriéndola al público. Conseguimos limar asperezas entre sectores y traer a antiguos miembros". Eso en lo referente al haber, mientras que en el debe reconoce que "no terminé un par de ideas que tenía entre manos. Falta de tiempo".

Hoy el destino lo sitúa en la clausura de la primera edición de la Muestra de Cine Negro de Salobreña, donde entregará el premio al mejor de los diez cortos presentados al concurso Cine al Minuto. Al cineasta no le sorprende estar involucrado en una iniciativa así, que hace unos pocos años hubiera sonado utópica: "Las nuevas tecnologías están para eso, hay que adaptarse. Negarse al cambio es paralizarse, morir", concluye.

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