Obituario
  • La granadina, que donó todo el legado de su padre a la ciudad, ha muerto esta madrugada a los 99 años

Ángela Barrios, pilar de la cultura granadina

Ángela Barrios junto a su padre Ángela Barrios junto a su padre

Ángela Barrios junto a su padre

Escrito por

Reynaldo Fernández

Ahora que el Legado de Ángel Barrios ha vuelto a abrir sus puertas de nuevo, con la cuidada intervención y musealización del arquitecto Juan Domingo Santos, tenemos la triste noticia del fallecimiento de Ángela Barrios (Granada 6 de enero de 1922-20 de noviembre de 2021), una mujer excepcional, que dedicó su vida a la cultura y a la figura de su padre.

Hija de Ángel Barrios y de Encarnación Pavía Ganivet (sobrina del famoso escritor), nacida en la calle Real de la Alhambra, vivió una infancia teniendo como patio de juego la propios palacios árabes, con Manuel de Falla de padrino y disfrutando de pequeña de los cuentos que le contaba Federico García Lorca.

Su abuelo, Antonio Barrios Tamayo, se traslada del Albayzin a la calle Real de la Alhambra, donde permanece aproximadamente de 1886 a 1934, hasta que Leopoldo Torres Balbás le compra para la Alhambra y rehabilitar los baños árabes de la mezquita cuyas ruinas estaban insertas en la casa. Comerciante, pone una tienda que podríamos llamar de ultramarinos en donde hay de todo lo necesario y que también cuenta con una bodega. Al mismo tiempo es propietario y regenta una serie de inmuebles en el centro de la capital y en El Fargue.

Hombre culto, pintor, coleccionista, aficionado al arte y la literatura, participa activamente de los movimientos intelectuales del momento, del regeneracionismo de la Generación del 98, de las nuevas teorías que reivindican la autenticidad de lo popular como vemos en el abuelo y el padre de los hermanos Machado, y de las ideas liberales de la masonería, investigado recientemente por Ismael Ramos. En el pergamino que le hizo Rusiñol (1861-1954) y el grupo de amigos de la tertulia del Polinario (apodo de Antonio Barrios) lo nombran Cónsul del Arte en la Alhambra, en 1909, pergamino que servirá como libro de visitas para ser firmado por pintores, poetas y músicos a lo largo del tiempo. La colección de pintura, dibujos y caricaturas del Museo Ángel Barrios muestra el ambiente artístico y las significativas amistades de la familia Barrios.

Tres figuras del flamenco estarán en los recuerdos infantiles de Ángela. En primer lugar su abuelo, Antonio Barrios, que conocía viejos cantes jondos acompañándose el mismo a la guitarra.

Manuel Jofré, también conocido como “Niño de Baza”, formaba parte del grupo de escritores e intelectuales que promovieron el Concurso de Cante Jondo del año 1922, participando en el acto propagandístico final en el Hotel Alhambra Palace interpretando solos de peteneras y seguiriyas. Habitual colaborador de periódicos y revistas sobre temas flamencos y muy amigo de la familia Barrios.

Francisco Rodríguez Murciano (hijo del guitarrista flamenco del mismo nombre que fue profesor de Glinka), también llamado “Malipieri” por sus cualidades para el bell canto. Guitarrista flamenco pero también profesor de canto, piano, director de orquesta, colaborador del tenor italiano Ronconi y de su escuela de canto en Granada, miembro de la Tertulia La Cuerda de Pedro Antonio de Alarcón, representa una forma nueva de guitarrista flamenco, conoce la música culta, el repertorio religioso de los polifonistas, participa en la vida intelectual de la ciudad, y el toque jondo es una herencia de su padre que intenta mantener con la mayor pureza, aunque vive de su docencia de la música clásica.

Especial importancia tendrá la Tertulia del Polinario. Lugar donde se daban cita los artistas, intelectuales y los visitantes extranjeros y donde la pequeña Ángela será un testigo de excepción.

La figura de Isaac Albéniz (Camprodón 1860 – Cambo-les-Bains 1909) será un referente en la vida y en la línea musical de Ángel Barrios, considerando el propio Albéniz a Barrios como su continuador; la personalidad de Manuel de Falla, los Ballet Rusos y su gran impacto a nivel internacional; su amistad y colaboración en diferentes proyectos con Antonio y Manuel Machado o Federico García Lorca y con el pintor Manuel Ángeles Ortiz, constituirán otros elementos decisivos a la hora de configurar la nueva mirada de Ángel Barrios sobre el flamenco como arte en sí mismo y como manantial de inspiración para la música clásica. Su padre le contaba a Ángela todas estas vivencias y ella las transmitía con gran cariño.Ángela Barrios comenta: “Por eso, contemplar el entorno de la Alhambra, en el que habitó mi padre, me trae a la memoria una acuciante presencia hecha de música y agua; el ‘agua oculta’ de Manuel Machado, gran amigo nuestro, rememora en mí el caño del pilar de nuestra casa en los baños árabes de la calle Real de la Alhambra, aquel que mi familia atenuaba para que fluyese con menos bravura y más empatía hacia las guitarras de mi padre y de mi abuelo”.

El traslado de la familia a Madrid y que Ángel Barrios fuera quedándose ciego, junto a la difícil situación, hizo que Ángela decidiera dejar su brillante carrera de actriz para cuidar de la familia, entrando a trabajar en Radio Nacional de España, Radio Clásica, donde realizó una destacada labor.

Cuando falleció su padre, en 1964, Angela Barrios decidió donar todo su legado. Comenta que: “deben descansar y de nuevo ser compartidas como siempre fue en nuestra casa. Su piano y su guitarra, ‘alma en pena de todos los amores imposibles’ para Lorca, sus libros salpicados de dedicatorias de grandes hombres, fotos, cuadros y objetos personales nos seguirán cantando y contando tantas historias como oído fino y atento tenga el visitante”.

Angela Barrios Angela Barrios

Angela Barrios

La donación del legado de Ángel Barrios al Patronato de la Alhambra se materializa en 1975, y es en 1978 cuando se abren las salas dedicadas a su legado, construidas por Francisco Prieto Moreno y con la museografía de Manuel Orozco Díaz, quién realizó la primera biografía de Ángel Barrios (1999). Posteriormente mencionar el catálogo de la exposición Ángel Barrios, creatividad en la Alhambra (2014), que tuve el honor de comisariar.

Tras su jubilación Angela decide trasladar su residencia de Madrid a Granada, donde ha participado activamente en la vida cultural de la ciudad, en los conciertos del Festival Internacional de Música y Danza, de los de la Orquesta Ciudad de Granada, y otras actividades, colaborando con Mujeres por Granada, e implicándose en la difusión de la figura de su padre.

Ángela seguía muy de cerca los trabajos sobre el legado de su padre y atendía con gran cordialidad a los investigadores dedicándole todo el tiempo que fuera necesario. En ese sentido destacar la tesis doctoral y el libro de Ismael Ramos: Ángel Barrios y Granada. La estela de una época (2015). Ismael Ramos ha estudiado diversas obras de Ángel Barrios, entre otras mencionar las ediciones de las partituras para bandurria, laúd y guitarra: Cantos de mi tierra (2004); Angelita (2004); Pequeña suite infantil (2006); Transcripción integra y edición crítica de las partituras Aben Humeya y suite Seguidilla gitana (2008); Aben Humeya, danza árabe (2009); Aben Humeya, momentos musicales (2010). Así como la edición del Catálogo de la correspondencia remitida a Ángel Barrios (2005); Estudio, transcripción y análisis de los epistolarios musicales de Ángel Barrios (2007); y Epistolario Manuel de Falla – Ángel Barrios (2018). Gabriel Estarella realizó la grabación y edición crítica de la Obra completa para guitarra de Ángel Barrios (1995 y 1996).

Importantes han sido las ediciones críticas realizadas por Ramón Sobrino y M.ª Encina Cortizo de las obras para orquesta y canto: Zambra en el Albaicín, Intermedio de la Suerte, Seis canciones (2007); y la edición crítica de Ramón Sobrino: Ángel Barios, obras para piano (2015).

El propio Albéniz consideraba al padre de Ángela como su sucesor

El Centro de Documentación Musical de Andalucía, dentro de su colección de Documentos Sonoros del Patrimonio Musical de Andalucía, editó –entre otros–: Ángel Barrios, grabaciones históricas (2015), que recoge obras en rollos de pianola, discos de 78 r.p.m., en donde hay interpretaciones del propio compositor, grabaciones de Radio Clásica, Radio Nacional de España, etc.

Finalmente, y entre un gran número de investigadores a los que atendió, recordar la entrevista que le hizo José Antonio González Alcantud Medio siglo de atmósfera alhambreña, el espíritu del lugar a través de la familia Barrios.

Ángela Barrios ha sido Medalla de Oro al Mérito de la Ciudad de Granada en 2003, Medalla de Honor de la Real Academia de Bellas Artes de Granada en 2007, y Medalla de Honor del Festival Internacional de Música y Danza de Granada en 2018. Gracias a su generosidad desinteresada podemos recuperar una parte importante de la Edad de Plata de Andalucía y de Granada.

En su querida Santa María de la Alhambra la despediremos el lunes 22 de noviembre a las 18:00 horas.

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