AraAppaloosa y Pangloss, duelo de titanes en la Booga

Hoy se encuentran en BoogaClub dos de las bandas más potentes del rock granadino, dos supergrupos de enorme peso que medirán sus fuerzas en singular batalla. AraAppaloosa es un grupo de hard rock y blues rock de esencias setenteras de los que ya no quedan, mientras que Pangloss, más difícil de definir, practica un rock de arreglos preciosistas pero de bases apabullantes.

Los primeros se formaron en torno a la figura del ubicuo Antonio Travé, conocido como el Oso de Benalúa, además de guitarrista y cantante de Chicken Congress, entro otros muchos proyectos, y la de Pablo Peláez, batería de bandas como Estévez, Itch y Goma2. Cuando el guitarrista Alejandro Molina, amigo de ambos, los presentó con la esperanza de que de ese encuentro surgiera alguna interesante colaboración musical, sabía lo que se traía entre manos. La banda se completó en 2013 con el bajista José Bailón, curtido en grupos como Mamba Negra, Soulshine o Flujo, y pronto la química entre los músicos comenzó a fluir y las canciones -todas en inglés- a brotar de sus cabezas e instrumentos.

Su gusto por el stoner rock más contundente, su pericia instrumental y el profundo conocimiento de los secretos del blues hicieron el resto. El nombre de la banda aúna la predilección por los caballos con su procedencia mediterránea, inequívocamente árabe, de ahí AraAppaloosa. Musicalmente sintetizan diversos géneros, desde el hard rock más orientado al blues de los setenta (Jimi Hendrix, Black Sabbath o Pink Floyd) al stoner contemporáneo (Queens of the Stone Age) e incluso el metal o el hardcore (Pantera, Machine Head).

El germen de Pangloss hay que buscarlo en Hora Zulú. Cuando el grupo anunció su disolución en 2014, su guitarrista Paco Luque puso en marcha Fausto Taranto, mientras que otros de sus componentes, el cantante sin pelos en la lengua, poeta andaluz, escritor y mordaz letrista Aitor Velázquez y el batería Javier Cordovilla daban forma a Pangloss junto a Eneko Alberdi, alma mater de Hegokoak, prestigioso guitarrista y versátil agitador del underground granadino, y a Eduardo Armiño, bajista oficial de Funkdación, afamado luthier e instrumentista promiscuo y a tiempo completo en cualquier jam session que se monte en la ciudad. Habían nacido Pangloss, y el grupo estaba listo para meterse en el local de ensayo. El hecho se consumó la fecha señalada del 15 de agosto de 2014. Mientras media España se refrescaba en las orillas de sus innumerables costas, los cuatro músicos comenzaban a darle forma a sus primeros temas en los que el rock de arreglos intrincados y de bases contundentes se coronaba con los locuaces textos de Aitor Velázquez. Así surgió El Mejor de Todos los Mundos Posibles, solo tres canciones pero de una solidez y un lirismo sin precedentes.