'Atlántida. Sonidos y materia': la joya inconclusa de Falla

Con el espíritu por recabar en la esencia del sonido y la materia de la obra de Manuel de Falla, nace la muestra Atlántida. Sonidos y materia, en la que se intenta hacer un acercamiento a la investigación que el Archivo Manuel de Falla ha hecho por darle forma a la información sobre la escenografía que Manuel de Falla nunca pudo materializar de su obra coral.

José María García de Paredes, considerado "el arquitecto de la música en España", sentenciaba con una frase en su discurso de introducción como Académico de Bellas Artes. "Los músicos y los arquitectos tenemos más cosas en común de lo que se piensa: el músico ordena el sonido en el tiempo y el arquitecto ordena la materia en el espacio".

Corría el año 1927 cuando el compositor gaditano comenzara el trasiego de correspondencia con el pintor y escenógrafo José María Sert, que duraría más de veinte años, tejiendo los hilos de la obra que dejaría incompleta para que su discipulo Ernesto Halffter completara más tarde, Atlántida. La historia, dividida en tres partes, cuenta el naufragio de un joven genovés en una isla donde un sabio comienza a contarle leyendas. Una de las escenas más impactantes de la composición es El sueño de Isabel, donde la reina Isabel La Católica tiene una visión donde es coronada reina de las nuevas tierras; despierta y decide dar la fortuna a Cristobal Colón, ese joven genovés, para que pueda emprender su viaje a las Américas.

Con esta historia de fondo, la muestra se pasea por los bocetos que, en un primer momento el propio Manuel de Falla realizó, "con unos cartones con formas triangulares para representar al coro y fotografías de libros para ilustrar los fondos de las distintas escenas y partes de Atlántida", explica José Vallejo.

Otras piezas curiosas y de enorme valor sentimental que se pueden contemplar en la iniciativa plástica es la reproducción de una de las 24 vitrinas con el cartel, las partituras y los poemas revisados por el propio Falla, que se expusieron en el estreno de la obra en el Liceo de Barcelona y Cadiz en el 1962. Además, la muestra incluye los bocetos que el artista Joaquín Vaquero Turcios realizó para "intentar convencer" de la posible escenografía que la obra podía incluir en su representación en el Liceo de Barcelona por el año 1964.

"¡Cuántas cosas tremendas han pasado desde que empecé la Atlántida!", escribía el músico en una de sus cartas, refiriéndose al devenir histórico paralelo a la que sigue siendo su joya inconclusa y que podrá tomar forma en las mentes de los que se acerquen a la sala Zaida hasta el 28 de noviembre.