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Balagueró cierra la serie 'REC' con un 'Apocalipsis'

  • La cuarta entrega de la saga abrió ayer el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges

El cineasta catalán Jaume Balagueró da por concluida la saga cinematográfica de terror REC con la cuarta entrega, que ayer abrió el 47 Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges.

En esta cuarta entrega, subtitulada Apocalipsis, Balagueró sitúa a los personajes en el interior claustrofóbico de un buque de pesca industrial, donde derrochan instinto de supervivencia para no resultar infectados por una extraño virus, algo que el propio director desvincula de la actual psicosis por el ébola.

"La película es pura fantasía y es verdad que en la primera entrega de REC había una aproximación hiperrealista al fenómeno de los virus, pero la cuarta es una película sobre una epidemia de un virus que vuelve a la gente violenta", aclara. "El cine fantástico ha estado siempre conectado a la realidad, y el miedo a los virus ha estado siempre presente, ahora es ébola y antes fue gripe A o vacas locas", dijo Balagueró en la presentación.

El final abierto del filme no obedece, asegura, a la intención de que REC siga, "porque no seguirá", sino que "es un modo de que el espectador se vaya a casa con la cabeza llena de cosas e imagine posibles evoluciones de la historia". Al respecto, recuerda que "el género se caracteriza porque nunca tiene finales muy contundentes, y en eso hemos querido ser fieles".

Mostrando el libro sobre la saga editado por Timun Mas, Balagueró espeta: "Si hubiera un REC-5, el libro no serviría para nada; por respeto al libro y a la editorial no podemos hacer una nueva entrega". La saga empezó como un "experimento" realizado con pocos medios, y sucesivamente lo que motivó tanto a Balagueró como a Paco Plaza, codirector de las dos primeras y director en solitario de la tercera, fue siempre "reinventarnos, no repetir lo hecho antes, siendo fieles a la línea argumental", y el resultado, añade, es que "ninguna película tiene que ver con las otras".

Reconoce que en REC-4 ha contado con algo más de presupuesto, pero "ha seguido siendo un proyecto hecho con más pasión que con medios". Balagueró justifica el hecho de no haber usado la cámara subjetiva en esta cuarta entrega, como sí hizo en los dos primeros títulos de la saga, porque "esta técnica tenía una lógica dentro del relato".

REC nació, dice, con la intención de jugar con ese formato y tenía una justificación, una reportera que graba con su cámara.

Sin esa justificación, esta narrativa no funciona tan bien, técnica que mantuvo en REC-2, porque aparece un equipo de intervención que usa minicámaras, y en la tercera Paco Plaza la utilizó en el prólogo con la justificación de un vídeo de boda, pero lo que era novedoso y rompedor hace unos años hoy es "una técnica agotada".

La cuarta entrega recupera como protagonista a la actriz Manuela Velasco, quien en Sitges confesó ayer que "desde que empezamos a rodar la saga en 2006 han cambiado muchísimas cosas y, aunque han pasado ocho años en mi vida, en la del personaje Ángela Vidal sólo han transcurrido unas pocas horas".

Velasco habla e las duras condiciones de rodaje, en un sitio estrecho y que olía a petróleo y pescado, y que "no se rodó en orden cronológico, como en la primera, que te permitía acumular en el cuerpo el cansancio, sino que en esta ocasión tenías que ponerte en situación en cada toma".

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