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Barenboim pone fin al Milenio

  • El director y pianista de ascendencia israelí y argentina ofreció ayer un multitudinario concierto en el Palacio Carlos V La orquesta del Divan interpretó piezas de Wagner y Beethoven

El Festival de Música y Danza de Granada puso ayer el punto y final a la temporada de este año con el concierto del mítico Daniel Barenboim, que ha cerrado durante ocho años el Festival granadino y que se ha ganado el cariño del público con su carácter cercano y sus interpretaciones al piano.

El director de la orquesta West-Eastern Divan ofreció un concierto en el Palacio de Carlos V que, con un lleno casi absoluto, no defraudó, como ya acostumbra el músico argentino-israelí, y la orquesta que dirige. Durante el concierto, el público permaneció inmóvil, extasiado por la música del maestro, con el que se fundieron en aplausos tras el retumbar de la última nota, y quien mostró un cariño enorme por los asistentes y sus aparentes infinitos aplausos.

Tras dos años de sequía de Barenboim en Granada, el director de la ópera de Berlín y la Scala de Milán consiguió suplir esa falta que tanto se notó en el Festival de Música y Danza. Un Carlos V repleto, que disfrutó de su música y la orquesta del Divan, a la que dirige desde que la creara en 1999 junto con el filósofo palestino Edward Said, fallecido en 2003, y que celebró, previamente al concierto, su taller orquestal, donde un centenar de jóvenes músicos procedentes de Israel, los países árabes de Oriente Próximo y España, preparan un nuevo repertorio compuesto principalmente por obras de Wagner, Verdi, Berlioz y Berg. Según afirmó el músico los talleres orquestales funcionan también a modo de foro de reflexión en el que los participantes debaten sobre el conflicto árabe-israelí, lo que lo convierte en un ejemplo de que la convivencia entre sociedades tradicionalmente enfrentadas es posible.

El director, que anunció que la gira del Divan se trasladará al enero de 2014 con la intención de realizar varios proyectos de menor duración y que los músicos puedan compaginar el trabajo en la orquesta con los que realizan en otras agrupaciones de varios lugares del mundo, cuenta también con la Fundación Barenboim-Said, que mantiene en territorios palestinos ocupados.

La Alhambra pudo disfrutar de esta maravillosa muestra de clasicismo de la mano de los preludios de las óperas Parsifal y Los maestros cantores de Nuremberg de Richard Wagner, además de la Sinfonía nº 7 en la mayor, op. 92 de Beethoven, interpretados por la orquesta del Diván y dirigidos por Barenboim, el maestro querido en Granada.

Tras este último concierto celebrado en tierras andaluzas, el director comenzará su gira internacional, que este año llevará a la orquesta a diversos auditorios europeos en Marsella, Lucerna, Wiesbaden, Stuttgart, Berlíny Salzburgo.

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