Un escenario lleno de luz y sonido que impregnó la velada de vistosidad y magia venido del mismo mundo árabe. La compañía de danza oriental Zaar presentó anoche en el Teatro Isabel La Católica un espéctaculo que realizó un recorrido exhaustivo por las raíces de la danza oriental titulado Al Bidaya.

La propuesta, que comenzó a las ocho de la tarde, fue desarrollandose de manera frenética a ritmos árabes en las cuatro partes que se divide, con los cuatro elementos básicos: agua, tierra, fuego y aire. Todo acompañado de un vestuario muy colorido y de inspiración tradicional.

Las seis bailarinas que saltaban a escena en cada momento del montaje fueron desvelando los secretos de las distintas modalidades y peculiaridades que la danza del vientre tiene en función de las regiones en la que se practique. Así fueron, con una maestría y dominio absoluto, mostrando la danza propia del golfo pérsico denominada Haligi, o el Zaar, que da nombre a la propuesta y que es propia de Egipto.

Todo un deleite para los sentidos, con un broche final que fue una composición de trance, catarsis y purificación, practicada por las mujeres en el norte de África y en Oriente Medio.