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Blanca Li y Chus Gutiérrez bailan el chachachá en Cali

  • La realizadora granadina graba en Colombia 'Ciudad delirio', una comedia en la que cuenta con el asesoramiento de su paisana y bailarina

La directora Chus Gutiérrez rueda en Cali (Colombia) Ciudad Delirio, una historia de amor y bailes latinos que cuenta con la colaboración de la versátil coreógrafa Blanca Li, gran amante de la salsa, para diseñar la "combinación perfecta" entre salsa, bolero, chachachá y cumbia.

Gutiérrez, que estará en Colombia hasta el 5 de octubre, indica que la parte musical de la cinta, como es habitual en las películas de la granadina, estará a cargo de Tao Gutiérrez y que sumará al trabajo de ésta, su hermana, la experiencia de otra gran coreógrafa, campeona mundial de salsa, Viviana Vargas.

"La salsa es una música que ha formado parte de mi vida y de las cosas que me emocionan desde que empecé a escucharla en Nueva York, a principios de los ochenta. Ahí es donde descubrí a Celia Cruz, a Tito Puente, a Ruben Baldes... Fui a mis primeros conciertos y aprendí a bailar", desvela la directora.

Con guion de la propia Gutiérrez y de Elena Manrique (Celda 211, El Laberinto del Fauno, El Orfanato), que también produce la cinta, Ciudad Delirio cuenta la historia de Javier (Julián Villagrán), un médico apocado que vive una noche mágica con una bailarina de salsa, mientras asiste a un congreso de medicina en Cali.

Ella es dueña de una escuela de baile que aspira un día ser parte del espectáculo de salsa más famoso del mundo: Delirio.

A su vuelta a Madrid, Javier, que no se encuentra a gusto ni en el trabajo ni con su pareja, decide regresar a Cali. El romance está servido. "Hay dos ingredientes fundamentales que me sedujeron desde el principio: la salsa y el amor. Y el amor... -dice Gutiérrez-, el amor es lo mejor, es una de las mejores maneras que existen para demostrar que las culturas están condenadas a entenderse".

Pero el idilio entre sus protagonistas, agrega, "tiene sus dosis de incomprensión y esa incontrolable curiosidad que te provoca el otro cuando te enamoras".

Se trata de una aventura romántica enmarcada en el exótico mundo de los bailarines de salsa, en una ciudad donde este baile es una forma de vida.

"Bailar es una de las maneras que tienen las clases mas deprimidas en los barrios difíciles de Colombia para no meterse en problemas; en realidad, las escuelas de salsa funcionan como integradores sociales y consiguen que los adolescentes y los jóvenes se aparten de la vida callejera, de las drogas y las bandas", explica la directora.

Gutiérrez debutó en 1991 con Sublet, con la que fue nominada al Goya, y reafirmó su calidad como cineasta en Sexo oral (1994), el documental en el que ocho personas hablaban de sexo mirando a la cámara, incluida gente que trabajaba en el rodaje. Después vinieron Poniente (2002), El Calentito (2005) y Retorno a Hansala (2008), sobre la inmigración ilegal.

"Siempre me ha gustado mirar otra cultura, aprender de ella, conocer a su gente y compartir sus costumbres -apunta-. Otra cultura es como entrar en otro mundo. Aparentemente, los seres humanos son los mismos, pero los códigos cambian y aparecen los pequeños matices que provocan las emociones y el sentido de la vida".

De Ciudad Delirio, Chus Gutiérrez dice que es una película "alegre, vital y romántica", donde sus personajes "se enfrentan a sus propios miedos y encuentran el camino para superarlos".

Primera producción de la compañía Film Fatal en colaboración con la colombiana 64-A Films, Ciudad Delirio está protagonizada por Julián Villagrán, ganador de un Goya por Grupo 7, y por la colombiana Carolina Ramírez, y cuenta en el reparto con Ingrid Rubio y Margarita Ortega.

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