EL CIGALA: Con Morente en el recuerdo

Los astros fueron los protagonistas la noche del viernes. Por un lado, el eclipse lunar que tiñó el cielo granadino de un intenso color rojizo; por otro, la estrella del flamenco, Diego El Cigala, ofreció un espléndido concierto en el Auditorio Manuel de Falla, al que llegaba con un nuevo espectáculo, creado ex professo para su visita al Festival Internacional de la Guitarra. "Ya tenía ganas de reencontrarme con esta tierra que amo", dijo el cantaor al principio del recital.

El artista madrileño se subió al escenario con la seguridad de quien sabe que ha colgado el cartel de 'no hay entradas' muchos días atrás; pero también con el cariño y el respeto de quien ama su trabajo y a todos los que le precedieron. Y es que El Cigala consagró su concierto de anoche a otro de los grandes cantaores de flamenco, Enrique Morente.

Las tres guitarras -en las manos de Paquete, Josemi Carmona y Diego del Morao- y la voz de El Cigala comenzaron a sonar en el auditorio alrededor de las 22:00 horas. Lo primero que hizo fue recordar con una canción a su mujer Amparo, fallecida recientemente. A partir de ese momento, los cuatro ofrecieron un repaso a las principales hitos del flamenco con un homenaje a Jardín de belleza de Camarón y Las simples cosas de Chavela Vargas, entre otros. Después, reservó una parte del espectáculo para rendir tributo al granadino Enrique Morente, al que considera un maestro.

Tras el homenaje al 'Ronco del Albaicín', El Cigala se tomó un descanso para acto seguido cambiar las guitarras por el piano de Jaime Calabuch, Jumitus, un inseparable dentro de la carrera musical de El Cigala, desde que sus caminos se cruzaran allá por el 2005. Desde entonces, el piano de este catalán, del barrio de Gracia, pero con alma latina, ha acompañado la voz del madrileño.

Y es que el amor de El Cigala por los sones latinos es más que conocido. Baste mencionar Lágrimas de sangre, un clásico desde el momento de su nacimiento, en el que el flamenco de El Cigala se mezclaba con el aire cubano de Bebo Valdés.

El compositor caribeño, lógicamente, no pudo estar sobre las tablas del Manuel de Falla, pero Jumitus demostró por qué un cantaor de la talla de Diego ha depositado su confianza en él. Juntos, pianista y cantaor, se encargaron de hacer un repaso por la trayectoria más reciente del madrileño, incluido por supuesto Lágrimas negras.

El Cigala concibió Tres guitarras y una voz por el amor que siente hacia la ciudad de Granada. De hecho ultimó los detalles del espectáculo encerrado en una cueva del Sacromonte. Y si el cantaor quiere a Granada, Granada quiere al cantaor. El Auditorio Manuel de Falla agotó las localidades en cuestión de días, algo que es todavía más sorprendente dado el precio del evento -finalmente, la organización decidió abrir una segunda sal a 'precios populares'-. Pero todo dinero es poco para poder ver a El Cigala en directo.

Como no podía ser de otra forma, ese amor mutuo se cerró con un ensordecedor aplauso por parte del público, frente a un entusiasmado cantaor, que agradeció todas y cada una de las muestras de cariño.