A las pocas horas de conocerse el fallecimiento de Juan Alfonso García, organista de la Catedral durante 40 años y uno de los compositores contemporáneos más reputados, el Festival de Música y Danza de Granada tomó la decisión de rendirle un gran homenaje en el marco del FEX. Para ello pensaron que el lugar más apropiado sería la Catedral, el lugar en el que ahora reposan los restos del sacerdote y músico y en el que desarrolló buena parte de su actividad. Sin embargo, el Cabildo declinó este propuesta porque quiere organizar otro homenaje el próximo mes de septiembre en el que participen todas las instituciones en las que estuvo implicado Juan Alfonso García. La organización del FEX ha tenido que reubicar el concierto en el Auditorio Manuel de Falla, aunque se consideraba que la Catedral de Granada era el espacio más apropiado para un concierto que reunirá a ocho coros que interpretarán parte del repertorio del autor de más de quinientas obras.

Según ha podido saber este periódico, desde el Cabildo se están organizando misas diarias en su memoria desde hace diez días y pretenden que el concierto en recuerdo de Juan Alfonso García cuente con la presencia de algún gran organista de nivel internacional.

El pasado 20 de diciembre tuvo lugar un concierto en la Catedral patrocinado por una entidad financiera en la que figuraban como organizadores el Festival de Música y Danza y la propia Catedral de Granada, aunque esta colaboración finalmente no se repetirá en el concierto del FEX.

Compositor y organista de la Catedral de Granada, en 2008 recibió la Medalla de Honor del Festival Internacional de Música y Danza de Granada, en reconocimiento a una larga trayectoria artística y espléndida aportación a la composición musical, muy especialmente a la historia musical de Granada y de España en el siglo XX y comienzos del XXI.

Su producción, que abarca más de quinientas obras, se compone de música religiosa en latín (misas, antífonas, cantatas, himnos, motetes y responsorios) y música en castellano, entre la que destaca una extensísima producción de obras para coro, para coro, orquesta y acompañamiento (órgano), sinfónico-coral, así como obras para voces y conjunto instrumental, lieder, órgano solo, piano solo, y un único cuarteto de cuerdas.

Fue discípulo de Valentín Ruiz-Aznar, heredero musical a su vez de Manuel de Falla, y cabeza del grupo denominado Escuela granadina de composición, como se afirma en diversas publicaciones. Discípulos suyos han sido Francisco Guerrero, Manuel Hidalgo, Ricardo Rodríguez Palacios, José García Román y José María Sánchez Verdú. Ha sido comisario del Festival de Granada (1976-78), conferenciante y profesor de los Cursos Manuel de Falla y, como intérprete, ha ofrecido recitales de órgano en distintos ciclos a nivel nacional.