Caos y orden en el multiverso

Dice Neil Gaiman en el epílogo de Elric. El equilibro perdido: "Las historias de Elric son el Moorcock por excelencia, lo más puro, sin adulterar y directamente de la calle (…). Abarcan toda la extensión de la impresionante carrera de Moorcock hasta la fecha. Nadan en coloridos, delirantes y fantásticos relatos de corazones rotos, pérdida y victorias agridulces, ancladas siempre por el príncipe pálido y su negra espada devoradora de almas. Son sabios, dolorosos e inteligentes y si los lees correctamente te cambiarán". Y es cierto, o al menos yo coincido con ello, que Elric tiene una cualidad transformadora para el que lo lee con interés. Después de Elric resulta imposible mirar el género fantástico con los mismos ojos.

Creado en 1961 en las páginas de la revista Science Fantasy, el albino príncipe de Melniboné es uno de los antihéroes por excelencia de la fantasía anglosajona y el que arrastra un destino más trágico. El recuento de sus desventuras siempre resulta fascinante y sirve de contrapunto para toda esa épica de dragones, héroes redentores y batallitas al pie del acantilado. De nuevo en palabras de Gaiman: "Durante toda mi vida adulta me ha parecido natural y sensato que las ficciones deban ser enormes y extensivas, que deberían contener sus propias cosmologías, cubrir espacios de tiempo inimaginables, englobar todos los géneros y medios posibles y, si se podía, presentar príncipes delgados y pálidos que tuviesen problemas con sus relaciones familiares e interpersonales, por no mencionar sexuales". Ya ven que el célebre escritor de The Sandman está loando las principales características de la poética de su maestro Michael Moorcock (Londres, 1939), uno de los representantes del movimiento literario de la ciencia ficción británica conocido como New Wave o New Thing.

Elric. El equilibro perdido recopila los números 1 a 4 (julio-octubre, 2011) de la miniserie de 12 escrita por Chris Roberson -que ya firmó una precuela en historieta de ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, el emblemático libro de Philip K. Dick- y dibujada por el italiano Francesco Biagini, más el número 0 (mayo, 2011) publicado para el Free Comic Book Day. No es la adaptación de una obra literaria del escritor londinense, sino que amplía esta con nuevos argumentos. Puede entenderse como la conversión en franquicia del Multiverso -el genial tablero de juegos ideado por Moorcock para sus ficciones, esta miríada de universos entretejidos en los que guerrean el Orden y el Caos-, aunque también como un sentido homenaje a un imaginario personal e irrepetible. Elric domina portada y título, pero la historieta está protagonizada por diversas personificaciones del Campeón Eterno, sirvientes de Caos u Orden en las diversas realidades del Multiverso. Es así que Elric comparte protagonismo con los mismísimos Corum y Hawkmoon, todos en defensa del Equilibro Cósmico, para goce y disfrute del lector, que podrá además entretenerse descubriendo los innumerables cameos y guiños a la obra de Moorcock contenidos en estas páginas.

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